¿Mercantilización y sostenibilidad? Desarrollo urbano del área metropolitana de Monterrey Tercera parte


ABRIL 2019



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Las dos primeras partes del texto y presentación de diapositivas de la sesión de la Sociedad de Urbanismo Región Monterrey, A C. de mayo 25 de 2019, han quedado publicadas en los artículos anteriores de febrero y marzo del presente año. En éste, que corresponde al mes de abril, se concluirá explicando el desorden del desarrollo urbano de Monterrey durante el presente siglo; al cual sin embargo se añadirá una descripción de las principales características de un modelo idóneo de desarrollo sostenible, tanto en los aspectos urbanísticos como en los medioambientales.

▌81 SIGLO XXI. DISPERSIÓN MONOFUNCIONAL Y REOCUPACIÓN DEL CENTRO URBANO
▌82 El Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021 de Oscar Bulnes y Helios Albalate fijaba un nuevo límite a la expansión de la metrópoli, previendo la consolidación del conglomerado urbano al interior del Arco Vial, a lo largo del cual se proponía la relocalización del tejido industrial existente. ▌83 Con el desalojo de las zonas productivas obsoletas, además de disponer de suficiente espacio para cubrir la falta de áreas verdes y equipamiento urbano, se esperaba promover actuaciones de vivienda social de mayor densidad, aumentando la compacidad de la ciudad central y recuperando el equilibrio del desarrollo urbano. ▌84 De todos modos, los redactores estaban conscientes de la dificultad de corregir el azar expansivo; por lo que advertían del posible fracaso del Plan si prevalecía el escenario tendencial. ▌85 En tal caso, decían, se considera que no se podrán establecer políticas de orden y control urbano; por lo que el crecimiento se daría en forma dispersa sobre cualquier parte del territorio1. ▌86 Y, como en efecto el desarrollo continuó fuera de control, grandes piezas de tejido residencial mal equipadas y desconectadas, alcanzaron los municipios de la periferia.

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▌87 El diagnóstico de la situación actual es alarmante: la mercantilización está firmemente arraigada en la práctica del desarrollo urbano. Porque al desorden causado por el modelo residencial extensivo de nivel medio y bajo, se ha sumado el intensivo de nivel alto, ▌88 asociados al uso del automóvil y a la proliferación de usos comerciales y lúdicos. ▌89 Porque el rechazo de parámetros equilibrados y la insuficiencia técnica del planeamiento ▌90 impiden asumir los condicionantes geográficos e históricos, y cubrir la escasez de áreas verdes y equipamiento social. ▌91 Porque la movilidad ineficiente eleva los niveles de contaminación atmosférica amenazando la salud pública. ▌92 Se observa que la conformación del Área Metropolitana de Monterrey no ha seguido un modelo urbano distinto del desarrollo mismo; ▌93 lo que corrobora, como advertía Vizcaya Canales, que la ‘idea’ del crecimiento se superpone, sin motivo, al territorio2. ▌94 Y, como el crecimiento económico se retroalimenta con el desarrollo técnico, ni se modera la inercia mercantil ni el objetivo de obtener los mayores aprovechamientos urbanos.

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▌95 En cambio, el equilibrio de la disciplina urbanística marca la diferencia entre la mercantilización y el desarrollo sostenible. José María Ordeig explica que el concepto de desarrollo sostenible (…) no sólo hace referencia a los valores naturales, sino también a la conservación del patrimonio cultural heredado e incluso a imágenes que representan estadios históricos de la técnica industrial. ▌96 El concepto de ‘reciclaje’ aparece así aplicado a la ciudad histórica y al propio entorno natural3. Lo que implica la búsqueda de la calidad urbana y, como consecuencia, la exploración de modelos de desarrollo que no se basen sólo en la utilidad y el provecho4 y regulen la tendencia expansiva, demostrando el interés genuino de la propiedad. ▌97 Solo a partir de la ecología humana, que rige el balance natural pero requiere del apoyo de la economía social de mercado, se puede salvar el planeamiento urbano de la inoperancia; y así, determinar las características del modelo idóneo de la metrópoli del siglo XXI.


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▌98 Con lo dicho hasta aquí, creemos que se ha respondido a los interrogantes abiertos al comienzo de esta exposición; resta sin embargo aclarar cuál sería ese modelo idóneo de Monterrey, que se ha mencionado. ▌99 Cuáles los objetivos del planeamiento urbano que, en último término, conseguirían contrapesar al mercado. Afortunadamente, para describirlo no hace falta empezar desde cero; ▌100 basta revisar algunas propuestas de casos semejantes al nuestro; entre las que se debe incluir la que prepararon Gabriel Todd y Rubén Pesci para el Programa de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030; ▌101 que, aunque respondía únicamente a la escala del territorio, era ya específica de la metrópoli regiomontana y miraba en la dirección correcta.

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▌102 2020-2050. BUSQUEDA DE UN MODELO IDÓNEO DE DESARROLLO SOSTENIBLE
▌103 Si debemos hablar de soluciones para la dispersión, tenemos en Monterrey ejemplos recientes como la propuesta Distrito Tec. ▌104 No obstante, como ejemplo de regeneración de tejido unifamiliar monofuncional de piezas completas de ciudad, se podría aplicar algunas ideas de agrupamiento residencial de la segunda generación de new towns británicas, como el proyecto de Harlow de Frederick Gibberd. ▌105 Pero, en cuanto a soluciones para la fragmentación, vamos ahora a enfocarnos en la experiencia del planeamiento alemán, que ya desde el siglo XIX experimentó un crecimiento parecido al nuestro, aunque lo enfrentó de forma diferente tanto del planeamiento europeo como del norteamericano.

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▌106 Los urbanistas germanos del comienzo del siglo pasado desarrollaron el concepto de ciudad-paisaje (Stadtlandschaft), que consiguió plasmarse en el Urbanismo posterior de la II Guerra Mundial; en tal modelo, el objetivo geométrico del diseño responde por igual a los condicionantes geográfico e histórico. ▌107 Ernst May, exponente de este novedoso concepto, propuso en el Plan de Breslau la desintegración de la gran ciudad en fragmentos de tejido urbano inmersos en el paisaje natural, mezclando unifamiliares y plurifamiliares; ▌108 que, no obstante su aislamiento, fuera reconocible en las partes del conjunto. Aquí reproducimos una de sus urbanizaciones más conocidas, Siedlung Römerstadt de Francfurt.

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▌109 Después de la II Guerra Mundial, Rudolf Schwarz profundizó estas ideas en el Plan de Köln, explicando que la sustancia urbana adopta una condición fluida, acercando sus límites a los del paisaje (…).La ciudad y el campo se difuminan y lo que toma su lugar no es ni lo uno ni lo otro, sino algo distinto; una ciudad que se extiende por todo el campo, que es paisaje y ciudad al mismo tiempo5. ▌110 En tanto que la dispersión ha sido el fenómeno más disputado del siglo XX, y sin embargo, el más característico del desarrollo urbano; ▌111 y, como defiende Alejandro Llano, ordenar no significa más que poner límite al desorden6; pensamos que el concepto de ciudad-paisaje podría fundamentar el proceso de regeneración de Monterrey.

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▌112 Ahora bien, si las propuestas antes descritas son genéricas, la de Todd y Pesci pretende ordenar nuestra región metropolitana. ▌113 El punto de partida de su propuesta es el potencial económico de la Región Nuevo León, que no dejará de inducir a la expansión; por lo que no se trata de impedirla sino de organizarla, asumiendo que la realidad del desorden implica la inevitable presencia de lo azaroso, que de algún modo habrá que gestionar7 . ▌114 La propuesta clave es el Corredor 2030 en el Arco Vial Metropolitano: una reserva de suelo equidistante de los límites de la metrópoli, para desarrollar una ciudad lineal de innovación tecnológica, relocalización industrial, grandes equipamientos y servicios y enclaves de vivienda social8; capaz de absorber inversiones que favorezcan la competitividad global. ▌115 Esta nueva centralidad, lineal y transversal, por un lado reorienta y relocaliza el dinamismo del desarrollo urbano, y por otro completa la estructura de comunicaciones concéntrica. ▌116 Tiene también la virtud de resolver los principales indicadores de calidad urbana y consolidar el policentrismo, para compensar la influencia exagerada del sistema radial.

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▌117 Por lo tanto, utilizar el concepto de ciudad-paisaje permite la delimitación de piezas completas de ciudad en el conjunto regional, pero además contribuye al cuidado medioambiental; ▌118 ya que, como propone Michel Desvigne, incorporaría el paisaje como condición previa9 (…), que responde a leyes y que representa valores y oportunidades para el uso del hombre10 . ▌119 Y, dado que el modelo concéntrico y policéntrico equilibraría el dinamismo y recuperaría la historia ▌120 previendo la conservación del patrimonio cultural heredado ▌121 e incluso de imágenes que representan estadios históricos de la técnica industrial 11; ▌122 nos encontramos ante la formulación de un modelo de desarrollo sostenible para nuestra metrópoli; en que el orden espacial pasa a ser el orden de la sociedad12.

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▌123 No obstante, para concluir diremos que es imperativo actualizar el planeamiento metropolitano; ▌124 insistiendo en la urgencia de tener los instrumentos que llevarían a la práctica el modelo teórico descrito. ▌125 Porque, recordamos que los fenómenos de degeneración del desarrollo urbano (…) derivan predominantemente de la ineficacia de los planes y de las carencias (…) en el control de la expansión13 . Así que, una vez que la legislación federal y su homologación local han determinado el rescate del modelo de ciudad compacta para la metrópoli, ▌126 que es compatible con todo lo que se acaba de exponer, el modelo idóneo de Monterrey debe replantearse preparando la documentación del planeamiento estatal y municipal en todas las escalas (regional, estructurante y operativa).

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▌127 Además, el diseño del espacio público debe conjugar racionalidad y sensibilidad, cuidar la escala de la vida ciudadana, de manera que el desarrollo mismo sea escuela de civismo. ▌128 Porque, en la medida en que la estructura de la ciudad no se agota en las interacciones del Estado y del mercado (…), [hace falta] una ‘desmercantilización’ de la economía y una ‘desburocratización’ de la política, para que comparezcan públicamente los ‘espacios de solidaridad’ que hoy están sofocados por el exclusivismo tecnocrático14.


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▌129 Muchas gracias.

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1. Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey. Oscar Bulnes Valero y Helios Albalate Olaría, Monterrey, 2003. Pág. 5, párr. 5 y 6
2. Isidro VIZCAYA CANALES, Los orígenes de la industrialización de Monterrey. Una historia económica y social desde la caída del Segundo Imperio hasta el fin de la Revolución 1867-1920. Fondo Editorial Nuevo León-ITESM, 2006. Pág. 5, párr. 2
3. José María ORDEIG CORSINI, Diseño Urbano y pensamiento contemporáneo. Instituto Monsa de Ediciones, S. A., Barcelona, 2004. Pág. 302, párr. 2
4. FRANCISCO, Carta Encíclica Lumen Fidei. Roma, 2013. Pág. 74, art. 55
5. Panos MANTZIARAS, Rudolf Schwarz and the concept of “city-landscape”, en ETSAUN, Arquitectura, ciudad e ideología antiurbana, Pamplona, 2002. Pág. 32, párr. 5
6. Alejandro LLANO CIFUENTES, La nueva sensibilidad: en la era de la desconexión. Editorial Palabra, Madrid, 2017.
7. Ibídem.
8. Fernando GUTIÉRREZ MORENO y Rubén PESCI, Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030. Monterrey. 2012. Pág. 100, párr. 2
9. Michel DESVIGNE, El paisaje como condición previa. Paisea 023, La gran escala. Barcelona, 2012. Pág. 8-17)
10. Juan Luis DE LAS RIVAS SANZ, El paisaje como regla: el perfil ecológico de la planificación espacial. En María CASTRILLO ROMÓN y Jorge GONZÁLEZ-ARAGÓN CASTELLANOS (coordinadores). Planificación territorial y urbana, investigaciones recientes en México y España. Instituto Universitario de Urbanística-Universidad de Valladolid. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco-División de Ciencias y Artes para el Diseño. Publidisa, 2006. Pág. 26, párr. 3
11. José María ORDEIG CORSINI, Diseño Urbano y pensamiento contemporáneo. Instituto Monsa de Ediciones, S. A., Barcelona, 2004. Pág. 302, párr. 2
12. Aldo ROSSI, La arquitectura de la ciudad. Editorial Gustavo Gili, SL. Barcelona, 2015. Capítulo tercero. La individualidad de los hechos urbanos. La arquitectura, pág. 10, párr. 3
13. Benedetto GRAVAGNUOLO, Historia del Urbanismo en Europa 1750-1960. Ediciones Akal, S. A. Madrid, 1998. Pág. 7, párr. 4
14. Alejandro LLANO CIFUENTES, La nueva sensibilidad: en la era de la desconexión. Editorial Palabra, Madrid, 2017. Pág. 232, párr. 2