En el artículo de METROPOLISREGIA de noviembre pasado se explicó que la periferia de la ciudad había polarizado los recursos humanos y económicos de la región, desbordando la superficie de suelo urbanizable del Plan Metropolitano 2000-2021 (redactado por los arquitectos Oscar Bulnes y Helios Albalate); como consecuencia, la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) incorporó los municipios contiguos al exterior del Arco Vial Metropolitano. Aunque la población de la Zona Conurbada (ZC) no alcanzaba todavía cinco millones, ocupaba ya una superficie mayor de 100,000 Ha. Pero, además, la mono funcionalidad se agudizaba en la Región Periférica (RP), y la compacidad absoluta disminuía a menos de 15 viv/Ha, cuando quizá debería alcanzar ochenta1.
Aunque la expansión descontrolada de Monterrey de las últimas décadas, se pudiera explicar por lo que Horacio Capel atribuye al crecimiento de la ciudad en general; a que “las ventajas que tenía tradicionalmente la gran ciudad se relacionaban con la maximización de las relaciones sociales, la educación, la innovación y la variedad del mercado de trabajo”2; sin embargo, sería aplicable también lo que señala José María Ordeig, “que la ciudad es motora de la economía en cualquier país y circunstancia”3; ya que, desde el siglo XIX el desarrollo urbano se había venido potenciando por el crecimiento de la actividad comercial e industrial.
Por ello, las autoridades y los propietarios, en lugar de la consolidación ordenada del suelo urbanizable, promovieron ante todo la expansión de Monterrey; estimulando el desarrollo urbano, más por su contribución macroeconómica y por la seguridad de los resultados de las inversiones inmobiliarias, que como objetivo prioritario de un programa de planeamiento urbano. En consecuencia, la ordenación de facto (aquella que no se ajusta a una norma previa), aunque refleja el potente desarrollo socio económico de la capital industrial del país, ha derivado en una configuración incierta y disfuncional de la metrópoli.
Ahora bien, en cuanto a las consecuencias morfológicas de la dispersión metropolitana, interesa destacar que el mercantilismo al que se aludía; no solamente ha desdibujado la frontera entre el campo y la ciudad, sino que “está resituando el concepto de periferia. Actualmente la consideración de periferia no es la situación geográfica externa y distanciada, sino la falta de capacidad de acceso o no a la información y cultura o a centros de servicios, de negocios o de intercambiadores. La medida ya no es en distancia sino en tiempo. (…) Bien es verdad que la alta tecnología está proporcionando soluciones insospechadas hasta hace poco (…), pero se continúa exigiendo una proximidad a los centros de convivencia social”4. Así que, aunque la magnitud de la expansión de Monterrey fuera imposible de prever o controlar, el planeamiento urbano quedaría emplazado a desarrollar herramientas para dotar a la nueva extensión metropolitana de una estructura social y de movilidad congruente.
Pero, además, parecería indispensable recuperar en el mapa regional el rol urbano de los núcleos históricos compactos; precisamente porque las ciudades pequeñas “pueden ser innovadoras, disponer de centros de enseñanza, tener acceso al conocimiento y a la cultura, estar bien comunicadas con áreas dinámicas de desarrollo económico. Y además de todo ello, pueden ser lugares muy agradables para vivir”5. Resulta lógico por tanto, que la propuesta de Fernando Gutiérrez Moreno y Rubén Pesci (redactores del Programa de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030), hubiera proyectado el desarrollo urbano de la Región Metropolitana Nuevo León 2030 replanteando los modelos radio-concéntrico y policéntrico; que se hubiera centrado, sobre todo, en la necesidad de avanzar el proyecto del Corredor 2030; la ciudad lineal complementaria y diversa, de enclaves residenciales y actividad productiva innovadora, que se revisó en el artículo de abril pasado6.
No obstante, como aclara Benedetto Gravagnuolo, “es cuando menos improbable la hipótesis de una recomposición de lo fracturado entendida como ingenuo retorno a los presupuestos teóricos idénticos del pasado. El tiempo no se repite, implica la dinámica incesante del devenir”7. Así que, a partir de la evolución de la mancha urbana de la ciudad de los primeros años de este siglo, las acciones de complementariedad funcional y sostenimiento de la diversidad de las actividades productivas del Programa 2030, tendentes a la reconfiguración del modelo concéntrico multinucleado, podría restablecer el equilibrio dinámico entre el desarrollo económico y la ordenación urbana de la Región Metropolitana de Monterrey.
MÁLAGA 1940-1980 | LOS FACTORES DE DESORDEN URBANO
TESIS DOCTORAL DE JORGE JESÚS GARZA DE LA GARZA
Como se había anunciado, dada la relevancia que tienen en la actividad profesional personal, aprovecho este espacio para documentar, brevemente, el contenido de la tesis doctoral Málaga 1940-1980 | Los factores de desorden urbano, que fue defendida en noviembre del año pasado, así como el Acto de Investidura de Doctores de la Universidad de Navarra, que tuvo lugar en Pamplona, España, del pasado 1 de junio de 2018.
Figura 0518-2. Fotografía aérea de Málaga desde el Monte Gibralfaro (Archivo de la Gerencia de Urbanismo de Málaga, 2017) |
Este trabajo se centra, por un lado, en el contexto de Málaga entre 1940 y 1980 durante el desarrollo de los tres Planes Nacionales de la Vivienda españoles, y en un enfoque que atiende fundamentalmente a la escala intermedia del planeamiento. Por otro lado, ha parecido oportuno centrar, como objeto de reflexión de esta investigación, la búsqueda de las causas de la disfuncionalidad entre el urbanismo ideal que ordena la ciudad y la realidad urbana construida que, en una gran parte de los casos, desfigura ese modelo deseado.
La oportunidad del estudio radica en que Málaga ha sido uno de los más claros exponentes peninsulares de la expansión de la ciudad de esa época; aunque también, en que puede ser considerada paradigma de desorden por su crecimiento exagerado y, por tanto, poco reflexivo, en sus concreciones de forma urbana. La ciudad adquiere unos perfiles específicos, al considerar que su expansión tan formidable se debe sobre todo a ser ciudad turística, basada en la dispersión del modelo residencial unifamiliar; y, a que la preponderancia de los modelos turísticos había influido –y no poco-, en los planteamientos de la ciudad más intensiva. Pero, además, también cooperaría a esa sensación de desorganización el propio discurso urbano. Si las actuaciones del I Plan de la Vivienda interrumpen la continuidad del Ensanche para reflejar el modelo urbano oficial, y las del II cambian al modelo abierto, las del III adoptan las ideas de los CIAM, supeditando todo -las condiciones geográficas y antrópicas, las provisiones para reservas y el diseño urbano- al modelo económico desarrollista.
Por ello, no resulta ocioso plantearse qué ha podido ocurrir para que fuera así: ¿cuáles han sido las causas de ese desorden? Contestar a esa pregunta ha significado indagar en los factores de ese fenómeno de desorden; no de una manera genérica, sino específica y concreta como resultado de un acercamiento a los procesos urbanos que se dieron en dicha ciudad. Así se han ido identificando diversos factores en cada una de las actuaciones para llegar finalmente a considerarlos en su conjunto. Lo cual ha servido, en primer lugar, para saber qué pasó en Málaga; pero también como reflexión sobre las circunstancias que han pesado en la falta de coherencia de la ciudad contemporánea en general.
Las conclusiones, por su parte, valoran globalmente los factores de desorden urbano que se han entresacado como conclusiones parciales al hilo del estudio de cada una de las actuaciones de los Planes de la Vivienda. Se han ordenado desde aquellos más genéricos a aquellos más específicos. Serían los siguientes: las condiciones geográficas; las condiciones antrópicas, es decir la estructura parcelaria; las alteraciones del planeamiento estructurante; los planes turísticos de la Costa del Sol; el mercado o la búsqueda del mayor aprovechamiento urbano; la influencia de la ciudad extensiva y, el diseño de los planes operativos.
Aunque algunos de ellos influyeron en todo tipo de planes, y otros obraron especialmente en ámbitos más específicos, parece especialmente aplicable en Málaga, las consecuencias del desarrollo mercantilizado del Movimiento Moderno (según palabras de Gregotti). Si en el resto de ciudades se dio desorden urbano y, dentro del él, un desorden provocado por una mala asimilación de los principios del Moderno, en Málaga esto llegó al extremo por las implicaciones y consecuencias de los otros factores.
ACTO DE INVESTIDURA DE DOCTORES DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
PAMPLONA, ESPAÑA, 1 DE JUNIO DE 2018
La Universidad de Navarra ha celebrado hoy el acto de investidura de 168 investigadores que han defendido su tesis doctoral en el curso 2017-2018. Los nuevos doctores proceden de 19 países y 17 facultades o centros de la institución.
En el evento intervinieron el rector, Alfonso Sánchez-Tabernero; la madrina de la promoción y profesora de la Facultad de Medicina, Elisa Mengual Poza; y el doctor de la Escuela de Ingenieros TECNUN, Juan Pablo Romero Rioja, que habló en nombre de su promoción.
El rector subrayó la necesidad de que los líderes de hoy, “además de una preparación técnica excelente”, se caractericen por un modo de trabajar que promueva “el bien común por encima del bien individual”. Asimismo, señaló que el prestigio de la Universidad se debe en gran medida a los antiguos alumnos: “Por eso, me atrevo a pediros que no os dejéis llevar por un estilo de trabajo fácil y egoísta, sino que seáis embajadores de los valores que habéis aprendido a lo largo de estos años. (…) Tenemos la ilusión -agregó- de que los que hoy recibís este birrete salgáis con el ‘sello Universidad de Navarra’: una forma de trabajar llena de exigencia personal y espíritu positivo y generoso”.
Por su parte, la profesora Elisa Mengual hizo referencia al logro que supone la defensa de una tesis, en muchos casos, “con un esfuerzo vital añadido”, ya que un tercio procede de fuera de España y “otros muchos de otras comunidades autónomas”, según señaló. Del mismo modo, hizo una llamada a la responsabilidad de los doctores “para construir una sociedad mejor”. Y les animó a aplicar una actitud “inquisitiva, inconformista y seria con las cuestiones diarias”.
Por último, Juan Pablo Romero Rioja resaltó la humildad como una de las cualidades que deben tener los ahora doctores. “Debemos mantener los pies en la tierra y nunca se nos deben terminar las ganas de seguir creciendo y aprendiendo”.
1. En el ámbito urbano la compacidad expresa la idea de proximidad de los componentes que configuran la ciudad, es decir, de reunión en un espacio más o menos limitado de los usos y las funciones urbanas (residenciales, equipamentales y productivos). Esta característica permite afrontar los retos de la sostenibilidad mejor que el modelo contrario: la ciudad dispersa o difusa. Por su parte, la compacidad absoluta se define como la relación entre el volumen total edificado y la superficie de suelo total en una determinada área urbana. Es una aproximación a la idea de densidad edificatoria o también de eficiencia edificatoria en relación al consumo de suelo
2. Horacio CAPEL, Las pequeñas ciudades en la urbanización generalizada y ante la crisis global. Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM. ISSN 0188-4611, Núm. 70, 2009. Pág. 14, col. 1, párr. 2
3. José María ORDEIG CORSINI, Diseño Urbano y pensamiento contemporáneo. Instituto Monsa de Ediciones, S.A. Barcelona, 2004. Pág. 301, col. 1, párr. 4
6. Es importante recordar la importancia que se ha dado en el artículo de METROPOLISREGIA abril a la realización del tramo faltante del Arco Vial Metropolitano entre los municipios de Juárez y Allende; que recoge hoy la página principal de El Norte. Cfr. Daniel REYES, Buscan ampliar el Periférico para los tráileres en EL NORTE, domingo 17 de junio de 2018. Pág. 1, col. 5-6
7 . Benedetto GRAVAGNUOLO, Historia del Urbanismo en Europa 1750-1960. Ediciones Akal, S. A. Madrid, 1998. Pág. 7, párr. 3
1. En el ámbito urbano la compacidad expresa la idea de proximidad de los componentes que configuran la ciudad, es decir, de reunión en un espacio más o menos limitado de los usos y las funciones urbanas (residenciales, equipamentales y productivos). Esta característica permite afrontar los retos de la sostenibilidad mejor que el modelo contrario: la ciudad dispersa o difusa. Por su parte, la compacidad absoluta se define como la relación entre el volumen total edificado y la superficie de suelo total en una determinada área urbana. Es una aproximación a la idea de densidad edificatoria o también de eficiencia edificatoria en relación al consumo de suelo
2. Horacio CAPEL, Las pequeñas ciudades en la urbanización generalizada y ante la crisis global. Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM. ISSN 0188-4611, Núm. 70, 2009. Pág. 14, col. 1, párr. 2
3. José María ORDEIG CORSINI, Diseño Urbano y pensamiento contemporáneo. Instituto Monsa de Ediciones, S.A. Barcelona, 2004. Pág. 301, col. 1, párr. 4
4. Ibídem. Pág. 301, col. 2, párr. 3
5. Horacio CAPEL, Las pequeñas ciudades en la urbanización generalizada y ante la crisis global. Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM. ISSN 0188-4611, Núm. 70, 2009. Pág. 14, col. 1, párr. 26. Es importante recordar la importancia que se ha dado en el artículo de METROPOLISREGIA abril a la realización del tramo faltante del Arco Vial Metropolitano entre los municipios de Juárez y Allende; que recoge hoy la página principal de El Norte. Cfr. Daniel REYES, Buscan ampliar el Periférico para los tráileres en EL NORTE, domingo 17 de junio de 2018. Pág. 1, col. 5-6
7 . Benedetto GRAVAGNUOLO, Historia del Urbanismo en Europa 1750-1960. Ediciones Akal, S. A. Madrid, 1998. Pág. 7, párr. 3