Una experiencia privilegiada de arquitectura

Febrero 2023

En el artículo anterior de metropolisregia.com se publicó una descripción detallada del anteproyecto del edificio Corporativo de Televisa, diseñado por Foster Associates y Sordo Madaleno Arquitectos en 1986. Aunque el edificio nunca se construyó en el terreno junto al Estadio Azteca, suponía un avance significativo en cuanto al diseño de megaestructuras y la implantación del Estructuralismo en nuestro país. Ya que -conforme a las características de este modelo del post racionalismo europeo-, el proyecto asumía los condicionantes del medio ambiente natural propio adecuándose a la configuración geométrica del predio, y su geomorfología característica conservando como referencia espacial y visual la cantera de basalto preexistente. Sin embargo, a pesar de lo anterior, el proyecto dejaba sin solución la relación con el entorno edificado. Por un lado, porque si bien la escala del formidable cuerpo del estadio –conocido también con el sobrenombre de Coloso de Santa Úrsula- resultaba proporcionada con la del Corporativo de Televisa, y con la del espacio vacío destinado a estacionamiento vehicular, que conectaba las dos megaestructuras matizando la disposición de los vehículos y la dirección del tráfico peatonal entre ellas. Sin embargo, por el otro -según explica José María Ordeig acerca de la arquitectura y el urbanismo propios del Estructuralismo-, no alcanzaba a “encontrar una relación precisa entre forma física y necesidad social"1. Y así, resultaba imposible que el conjunto pudiera conciliarse con la escala predominante del entorno circundante de vivienda unifamiliar de interés social. Todavía hoy que el predio en cuestión ha sido parcialmente desarrollado, subsiste el desequilibrio descrito entre el estadio y la zona habitacional (Fig. 24). 

Figura 24. Fotografía aérea reciente del Estadio Azteca (1966) en Tlalpan, Ciudad de México. Maqueta del conjunto que habría conformado el Estadio Azteca y el edificio Corporativo Televisa (1986) proyectado por Foster Associates y Sordo Madaleno Arquitectos 


Figura 25. Propuesta conceptual del Centro de Convenciones, Congresos y Exposiciones de la Ciudad de México, Sordo Madaleno Arquitectos (1986) y fotografía de la terminal de 1987 del Aeropuerto Standsted de Londres de Foster Associates


4. DESARROLLO PROFESIONAL III

Los dos últimos años de experiencia profesional en Ciudad de México estuve a cargo de otros proyectos en Sordo Madaleno Arquitectos. Los más importantes de 1987 fueron el diseño conceptual del Centro de Convenciones, Congresos y Exposiciones, previsto en el Bosque de Chapultepec a un costado del Auditorio Nacional que se quedó como propuesta; cuya estructura y cubierta imitaban la de la Nueva Terminal del Aeropuerto de Standsted de Londres (1987), diseñado por Foster Associates y uno de sus mejores proyectos (Fig. 25); y una de las ampliaciones y remodelaciones de Plaza Universidad, centro comercial promovido, proyectado y construido por Juan Sordo Madaleno al final de los años sesenta. Y, por último, Plaza Tepeyac en 1988 y 1989. Centro comercial del Grupo Aurrera (hoy Walmart) de alrededor de 70,000 m2 de construcción, que acondicionó como tienda de autoservicio la antigua planta de automóviles Ford de la Calzada de Guadalupe -la más antigua de la multinacional en Latinoamérica-, que contaba con una cubierta de armaduras empernadas tipo diente de sierra de casi 30,000 m2, fabricada al final de la década de 1920 (Fig. 26). Esta tienda que sería el ancla principal del centro comercial, que conectaba un paseo muy amplio de locales con una tienda departamental de la misma cadena como polo complementario. Quizá para descontar la frustración por no haber llevado a término los proyectos de Televisa y el Centro de Convenciones; la cubierta del paseo comercial se diseñó con secciones cóncavas de lámina engargolada, soportada por elementos de estructura metálica, conformados por un haz de cuatro postes y brazos arriostrados con tensores, que alojaban los equipos de iluminación y acondicionamiento ambiental, muy parecidos a los de la mencionada terminal del aeropuerto de Standsted. Pero, como la envolvente exterior del conjunto debía ser muy cerrada; se diseñó un sistema modulado de marcos metálicos con piezas de concreto celular o lamas metálicas fijas para dar unidad y condiciones de aislamiento o ventilación a los edificios. Sin embargo, en los lugares en donde se requería iluminación natural o transparencia, los paneles ciegos fueron sustituidos con grandes láminas de cristal (Fig. 27).

Figura 26. Proyecto del Centro Comercial Plaza Tepeyac en Calzada de Guadalupe, Ciudad de México, Sordo Madaleno Arquitectos (1987). A la izquierda la antigua fábrica de automóviles Ford


Figura 27. Centro Comercial Plaza Tepeyac en Calzada de Guadalupe, Ciudad de México, Sordo Madaleno Arquitectos (1988 y 1989). La envolvente exterior de paneles a base de marcos de ángulo con placas de concreto celular o lamas metálicas


La descripción de las publicaciones anteriores deja patente que comencé el ejercicio profesional en circunstancias verdaderamente privilegiadas. Y, si colaborar con líderes tan competentes y experimentados me había capacitado en una metodología de diseño más bien práctica; también era consciente que el predominio de solo uno de los aspectos de la disciplina se contraponía con la necesidad de equilibrio que había aprendido durante mi formación universitaria. La teoría y la práctica de la Arquitectura debían armonizarse para lograr un desarrollo profesional saludable. Por eso, sin demeritar las aportaciones de los profesionales mencionados, después de regresar a Monterrey he apreciado más el sosiego de conjugar al mismo tiempo estudio y diseño. Haber podido complementar el trabajo profesional con la investigación, redacción y defensa de una tesis doctoral sobre Planeamiento Urbano en la Universidad de Navarra de España, y con la publicación (quizá no tan regular como sería conveniente) de este sitio web; como se tendrá oportunidad de explicar en las siguientes publicaciones. 



1 . José María ORDEIG CORSINI, Estructuralismos urbanos. Universidad de Navarra, Pamplona, 2010. Pág. 7, párr. 4

Una experiencia privilegiada de arquitectura

Enero 2023

Las publicaciones de metropolisregia.com de noviembre y diciembre incluyeron la presentación y la primera parte del desarrollo profesional de Jorge J. Garza de la Garza; textos tomados de la conferencia dictada en las instalaciones de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León el 24 de abril de 2023. En este artículo de enero de 2023 se publica la segunda parte del desarrollo profesional del conferencista; comenzando por la descripción pormenorizada del anteproyecto del edificio Corporativo de Televisa, diseñado en conjunto por Foster Associates y Sordo Madaleno Arquitectos en 1986 y 1987 pero nunca construido (Fig. 19).

Figura 19. Fotografías de las maquetas del anteproyecto no construido del edificio Corporativo de Televisa en Tlalpan, Ciudad de México; diseñado por los equipos de Foster Associates de Londres y de Sordo Madaleno Arquitectos de Ciudad de México, (1986). A la derecha de Norman Foster están Javier Sordo Madaleno, Jorge J Garza, Gordon Graham, Ken Shuttleworth y David Nelson, quienes estuvieron a cargo del diseño; alrededor otros colaboradores del equipo de Londres

3. DESARROLLO PROFESIONAL II

Acerca del Corporativo Televisa se puede subrayar, en primer lugar, que tenía una superficie de cerca de 100,000 m2 de construcción; que además de concentrar las actividades directivas del microcosmos de Televisa y de reponer las de producción dañadas por el sismo, debía resolver la interacción del estadio con el entorno urbano al que serviría. Complejidad que tratando de corregir el análisis funcional dominante en la práctica de la disciplina, sería analizada con los modelos de interacción peatón-viario postulados por el Estructuralismo; en un intento, como dice José María Ordeig, “de dotar de significado preciso a lo que no es reducible a ciencia en sentido clásico o matemático”1. Corriente cultural derivada de la llamada ciencia de los signos o semiología, que proponía “la conexión entre discurso urbano y arquitectónico y el que con una amplia gama de resoluciones supuso la atención a las megaestructuras”2 (Fig. 20).

Figura 20. Maquetas de la topografía del terreno y del conjunto del anteproyecto del edificio Corporativo Televisa y el Estadio Azteca, en Tlalpan, Ciudad de México. Foster Associates-Sordo Madaleno Arquitectos, 1986


Efectivamente, la designación de megaestructura que sugiere José Luque Valdivia, corresponde con el proyecto del Corporativo Televisa; que debía ser uno de esos grandes inmuebles multifuncionales y flexibles de la avanzada del post racionalismo en México; de los cuales, también apuntaba Ramón Bosch, que “la arquitectura conforma un ámbito material (microcosmos) con unas cualidades ambientales específicas (microclimas), en contraste y al mismo tiempo en intensa relación con las condiciones propias del medio donde se ubica”3. Y, así, en el interior el edificio se alternaría largos paseos de circulación de triple altura y edificios de oficina de tres pisos en forma de peine, agregando varios estudios de producción de programas de televisión y un pequeño museo de arte popular para la colección del consorcio. A pesar de lo bizarro del conjunto de funciones, el edificio quedaba aglutinado por una espectacular envolvente y alrededor de un espacio natural: una cantera de basalto con una laguna en el fondo, dejando al descubierto las capas de roca volcánica y el nivel freático del sitio (Fig. 21).

Figura 21. Perspectivas del acceso y el interior del edificio (Helmut Jacoby) y maqueta de la cubierta del edificio en la zona de la cantera, del anteproyecto del edificio Corporativo Televisa en Tlalpan, Ciudad de México. Foster Associates-Sordo Madaleno Arquitectos, 1986


Y, en segundo lugar, que la envolvente de la megaestructura -sobre todo la cubierta- concentraba una buena parte de la atención del proyecto; ya que los aspectos determinantes del diseño debían ser los espacios flexibles y libres y la iluminación natural; y, como consecuencia, la estructura con grandes claros. Por lo que para resolverla se recurrió al sistema constructivo de membranas de concreto o cascarones que había experimentado Félix Candela y que Norman Foster también admiraba; añadiendo el alarde técnico del expresionismo estructural que había caracterizado a la firma británica. Con estas premisas se propuso una bóveda plana prefabricada, ensamblada y pos-tensada en sitio, con más de trescientas piezas de concreto y forma de doble ala. La audaz propuesta, que fue revisada preliminarmente por la firma de ingeniería Ove Arup & Partners, debía construirse en la misma la secuencia que las secciones lineales de oficinas. Al final, la cubierta adquiría cierta semejanza espacial -aunque no estructural ni dimensional- con la cubierta de bóvedas de cañón del Museo de Arte Kimbell de Louis Khan; construido en Dallas, Tex. al comienzo de la década de 1970 (Fig. 22).

Figura 22. Maquetas del exterior y el interior de la cubierta y perspectiva de la cantera (Helmut Jacoby) del anteproyecto del edificio Corporativo Televisa en Tlalpan, Ciudad de México. Foster Associates-Sordo Madaleno Arquitectos, 1986


Sin importar la coherencia del concepto funcional ni la atractiva apariencia espacial de la propuesta, el anteproyecto fue desechado, aún después cumplir con las condiciones dimensionales y económicas exigidas por el cliente. Los factores determinantes de la decisión fueron todos de tipo práctico: el desfasamiento del programa de ejecución de los planes de la empresa, derivado del alto grado de innovación técnica de procedimientos constructivos inusuales; las dificultades de fabricación de los modelos a escala para verificar la estabilidad y durabilidad de los elementos en laboratorios de pruebas; y, por último, la escasa disposición de algunos miembros del consejo de la empresa para asumir los riesgos implícitos de un proyecto tan complejo; que tampoco contaba con el beneplácito de las autoridades políticas. No obstante, Foster ajustó después el sistema de membranas de concreto en el edificio del Aeropuerto Internacional de Hong Kong, sustituyendo los cascarones de concreto por elementos metálicos; y así, la cubierta no solo fue más fácil de construir y montar y menos frágil a las condiciones sísmicas, sino sobre todo más adecuada para recibir mantenimiento y evitar la corrosión del acero de refuerzo; pues ha quedado demostrado que éste es el factor determinante de deterioro del sistema (Fig. 23).

Figura 23. Comparativa de la maqueta del anteproyecto del edificio Corporativo Televisa en Tlalpan, Ciudad de México. Foster Associates-Sordo Madaleno Arquitectos, 1986 y del Aeropuerto de Hong Kong de Foster Associates, 1998





1. José María Ordeig Corsini, Estructuralismo urbanos. Universidad de Navarra, Pamplona, 2010. Pág. 3, párr. 3
2.  José LUQUE VALDIVIA, La ciudad de la arquitectura, una relectura de Aldo Rossi. Oikos-Tau S. L., Barcelona, 1996. Pág. 36, párr. 3
3. Ramón BOCH y Bet CAPDEFERRO, Microclimas, Microcosmos. Soportes atmosféricos para rituales domésticos en Roca Gallery. Julio, 2021. http://www.rocagallery.com/es/microclimas-microcosmos

Una experiencia privilegiada de arquitectura

Diciembre 2022

Si bien, en el artículo de noviembre de 2022 se publicó solo la presentación de la conferencia de Jorge J. Garza de la Garza, dictada en el Seminario Vivencias que Trascienden de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León el 24 de abril de 2023; en éste se continua con la primera parte del desarrollo profesional. Así que, una vez expuesto el objetivo de la conferencia y encomiado a los mentores académicos y colaboradores; se describe a continuación los primeros años de la experiencia profesional obtenida después de terminar la licenciatura, trabajando en la capital del país.


Figura 12. Mosaico de fotografías de Ciudad San Gil, San Juan del Río, Querétaro (1976). Arquitecto Juan Sordo Madaleno


2. DESARROLLO PROFESIONAL I

En Ciudad de México trabajé en el estudio de diseño de Juan Sordo Madaleno de 1975 a 1978, llegando a ocupar la jefatura de taller; después, formando una sociedad con José de Yturbe y Fernando de Haro hasta 1982; y, finalmente, como asociado de Sordo Madaleno Arquitectos entre 1984 y 1989. En el estudio de Sordo Madaleno estuve a cargo de dos proyectos: el Plan Maestro de Ciudad San Gil en San Juan del Río, Qro. para un grupo de inversionistas que encabezaba Juan Antonio Estrada González, importante promotor de origen lagunero en 1976 y 1977 (Fig. 12). El Plan proyectó un desarrollo turístico de vivienda unifamiliar con más de 200 hectáreas junto a la autopista México-Querétaro; y, además, el diseño arquitectónico de los edificios de las principales amenidades del conjunto: un lago artificial de alrededor de 21 hectáreas, las instalaciones de un club de golf con un campo de 18 hoyos proyectado y construido por Roy Dye en 19771, así como las de otros servicios deportivos complementarios: club hípico y club de tenis. Enseguida Ciudad San Gil, participé en el proyecto de ampliación y remodelación del Hotel Presidente Intercontinental de Cancún que se había diseñado en el despacho en 1974, como el de Cozumel en 1969 (Fig. 13).

Figura 13. Mosaico de fotografías de los Hoteles Presidente Intercontinental Cancún (1974) y Cozumel (1969), Quintana Roo. Arquitecto Juan Sordo Madaleno

Dejé el despacho de Sordo Madaleno en 1978 para conformar una sociedad con los arquitectos José de Yturbe Bernal –notable por su aportación al diseño residencial- y Fernando de Haro Lebrija. Asociación profesional que, aunque no sobrevivió la crisis económica de 1982, dejó algunos proyectos importantes. Aparte de los interiores del Hotel Fiesta Americana de Guadalajara, Jal. y las oficinas de Seguros Atlas en Ciudad de México (Fig. 14), proyectamos las oficinas de la Dirección General de Grupo Condumex en el extenso jardín de la casona de Chimalistac junto a San Ángel, que también remodelamos como sede del Centro de Estudios de Historia de México -hoy forma parte de la Fundación de Grupo Carso- (Fig. 15). Y el condominio de oficinas Torrealta en San Pedro Garza García para Internacional de Inversiones; promotor, administrador y representante de un grupo de inversionistas regiomontano en el que Bernardo Hinojosa Rodríguez participó como arquitecto asociado. El diseño había previsto construir dos torres triangulares de planta libre de quince y diecisiete pisos compartiendo una plaza con locales comerciales y tres sótanos para estacionamiento; en total, cerca de 45,000 m2 de superficie en dos etapas. En la primera etapa se edificó una de las torres y parte del conjunto comercial, pero en la segunda se modificó el proyecto (Fig. 16).

Figura 14. Hotel Fiesta Americana Guadalajara (1981). Arquitecto Juan Sordo Madaleno. Diseño de interiores (1982) De Yturbe, de Haro y Garza, arquitectos. Consultor de Iluminación: Lawrence Silverman, Transtek International, Boston, Mass.

Figura 15. Oficinas de la Dirección General de Condumex y Centro de Estudios de Historia de México, Chimalistac, Ciudad de México (1982). De Yturbe, de Haro y Garza, arquitectos

Figura 16. Edificio Torrealta Primera Etapa (1984), San Pedro Garza García, N. L. De Yturbe, de Haro y Garza, arquitectos (Bernardo Hinojosa arquitecto asociado)

Después de dos años trabajando solo, volví como director asociado de Sordo Madaleno Arquitectos entre 1984 y 1989. De este período quiero destacar la profesionalización y transformación digital del despacho, así como la expansión de las actividades de promoción inmobiliaria a partir de la incorporación del arquitecto Javier Sordo Madaleno, que asumió la dirección general y desde entonces ha presidido la oficina. Colaboré con el equipo que proyectó y supervisó los centros comerciales Plaza Juárez en Ciudad Juárez, Chih., Plaza Comercial Tecamachalco en Naucalpan, Estado de México, y el Centro Cultural Arte Contemporáneo en 1985 y 1986 para el grupo Televisa en un predio adyacente al Hotel Presidente Intercontinental Ciudad de México en la zona de Polanco; utilizado durante el Campeonato Mundial de Futbol México’86 como sede de la prensa escrita. Tengo muy presente la dificultad geométrica del terreno y la complejidad y escasez de tiempo del programa de ejecución, que llevó a resolver la envolvente con grandes piezas de prefabricados de concreto con agregados naturales expuestos y textura de martellina, soldadas a un esqueleto de acero adosado al edificio de concreto de cuatro niveles y cuatro sótanos de estacionamiento (Fig. 17).

Figura 17. Mosaico de fotografías de Plaza Comercial Tecamachalco y del Centro Cultural Arte Contemporáneo (hoy demolido) en Ciudad de México. Sordo Madaleno Arquitectos

Aunque este edificio ha sido demolido para mejorar la rentabilidad inmobiliaria; cuando se estaba cerrando las fachadas ocurrieron los sismos de 1985, destruyendo una parte considerable de las oficinas y estudios del grupo en el centro histórico de la capital del país. Razón por la que la empresa nos pidió comenzar el proyecto de un nuevo edificio para reemplazarlos. Sin embargo, al poco tiempo, solicitó a Sordo Madaleno Arquitectos sumar esfuerzos con el equipo de diseño de Foster Associates para relocalizar el edificio en un terreno al sur de la ciudad; en la zona de Tlalpan junto al Estadio Azteca. Circunstancia que contribuyó al proceso de consolidación de la firma mexicana que había perdido a su fundador ese mismo año. Así que, la colaboración de Foster y Sordo Madaleno preparó el primer anteproyecto del Edificio Corporativo de Televisa al final de 1986, que debía ser edificado en el terreno inmediato al poniente del estadio, lo que tampoco ocurrió. Aun así, parece interesante destacar algunos aspectos poco conocidos del anteproyecto alalimón londinense y mexicano; como se verá detenidamente en el siguiente artículo (Fig. 18).

Figura 18. Edificio Corporativo Televisa, Tlalpan, Ciudad de México (1986). Foster Associates y Sordo Madaleno Arquitectos



1 . https://www.dyedesigns.com/course-list/

Una experiencia privilegiada de arquitectura

Noviembre 2022

Este y los siguientes artículos publican los números atrasados desde noviembre de 2022 de metropolisregia.com; en ellos aparecerá el texto de la conferencia de una de las sesiones del Seminario Vivencias que Trascienden, dictada en las instalaciones de la Facultad de Arquitectura de la UANL el 24 de abril de 2023. El texto original ha sido complementado con información adicional, y dividido en varias entregas para conservar el formato de esta publicación periódica.

Figura 1. Vista de la ciudad de Monterrey desde Céntrika. Foto de E. L. Marroquín, 2014 


1. PRESENTACIÓN (Fig. 1)
Debo compartir con ustedes el honor de haber sido invitado a este Seminario Vivencias que Trascienden de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Puesto que, por una parte, las diferentes sesiones del programa documentan la asimilación actual de la metrópoli regiomontana de las disciplinas de la Arquitectura y el Urbanismo; y, por la otra, porque en ésta ha incorporado mi trabajo en el catálogo del curso; lo que más que al mérito propio obedece al interés profesional y amistad que comparto desde hace tiempo con el profesor Abiel Treviño Aldape promotor del encuentro (Fig. 2).

Figura 2. Fotografías de algunos proyectos y obras en las que ha participado Jorge J Garza


Pero, sobre todo, porque la participación en este foro académico, además de la explicación y presentación gráfica, me permite hacer una reflexión sobre el fundamento teórico-práctico de la Arquitectura, extendiendo la conversación con ustedes sobre la pertinencia de los componentes de esta disciplina y el acervo de conocimientos y experiencias de la cultura. Discurso que despertó mi curiosidad al final de mi formación académica en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, e inspiró después mi actividad como arquitecto en esta y otras ciudades. Así que, provecharé esta oportunidad para hablar primero del desarrollo profesional personal en orden cronológico: en Ciudad de México y de regreso en Monterrey; y después sobre la Arquitectura y la cultura contemporánea (Fig. 2).

Figura 2. Temas de la participación de Jorge J Garza en el Seminario Vivencias que Trascienden

Por eso, ante todo quiero reconocer la calidad asertiva de mentores académicos y autores de disciplinas complementarias que captaron mi atención de universitario; algunos de esta casa de estudios, otros del Tecnológico de Monterrey, la Universidad Panamericana y otras del país y el extranjero. Aunque de los estudios de grado solo voy a mencionar a Manuel Rodríguez Vizcarra, José Luis Pineda Sánchez, Andrés González Arquieta, Roberto Chapa Garza y Armando Flores Salazar; y de los de posgrado a Miguel Ángel Alonso del Val, José María Ordeig Corsini, José Luque Valdivia y Elena Lacilla Larrodé; y, sobre otras materias que comparten intereses con la disciplina de la arquitectura, considero que Carlos Llano Cifuentes, Elvira Roca Berea, Alejandro Llano Cifuentes y Felipe González y González ayudaron a decantar la herencia cultural en la formación personal (Fig. 3). 

Figura 3. Fotografías de mentores y académicos y de otras disciplinas

Pero me siento todavía más obligado con muchos jóvenes profesionistas que colaboraron conmigo en el diseño y la administración de los proyectos. De la década de 1990, sobre todo a José Luévano Valenzuela, Raúl Camarillo Blázquez, Abiel Treviño Aldape, Eduardo Antonio Reyes Treviño, Jorge Cortés Fernández, Roberto Guerrero Romero, Adriana Beatriz Elizondo Guerra, Martín Vázquez Gómez, Manuel Piña Lugo y Artemio Villarreal Castaño. Y, de la primera década de este siglo a Ana Carolina Garza Perales, Luz María Lizzette Garza Durán, Rogelio Federico Peñaloza Limón, Julio Serna Benavides, Fernando Ramírez Hernández, Luis Noel Loya Ramos, Fernando Martínez Gómez, Leonardo Monge Betancourt, José Antonio Peña Benítez, Ángel Arturo Jiménez Orozco, Martín Martínez Casales y Reynaldo Estrada Saavedra. (Fig. 4)

Figura 4. Fotografías de algunos profesionistas colaboradores de Arge Arquitectos S. C., Promociones y Proyectos Gamma y Jorge J Gaza

Según se dio a conocer previamente, al principio de mi actividad profesional pude trabajar con arquitectos de renombre y promotores inmobiliarios destacados de la Ciudad de México. Pero, si sobresalen Juan Sordo Madaleno (1916-1985) y José de Yturbe Bernal (1942-), no se puede obviar que compartimos la breve pero poderosa experiencia de colaborar con el arquitecto Norman Foster (1935-) y su equipo de diseño (Fig. 5). Porque tanto ellos como los demás de nuestra generación, aunque somos deudores de las teorías de la Bauhaus: el influyente centro de experimentación europeo del diseño, que a partir la noción de arte total reformuló las características de la estética contemporánea1 confrontamos la superación de sus paradigmas durante la segunda mitad del siglo pasado.

Figura 5. Norman Foster (1935-) Fotos de los edificios Hong & Shangai Bank, Hong Kong, 1986 y Reichstag, Berlín, 1999

No obstante, si se puede considerar que Juan Sordo Madaleno fue deudor de Frank Lloyd Wright (1867-1959) y Mies van der Rohe (1886-1969), exponentes del Movimiento Moderno en América (Fig. 6); José de Yturbe lo es aún de Le Corbusier (1887-1965) y Luis Barragán (1902-1988), que avanzaron la disciplina en consonancia con la evolución cultural de la década de 1960 (Fig. 7). En tanto que Foster después de asimilar la teoría de la efemerización2 del norteamericano Buckminster Fuller (1895-1983) -hacer más con menos-, ha defendido el expresionismo estructural que conocemos como arquitectura High-Tech (Fig. 8).

Figura 6. Frank L. Wright (1867-1959). Casa de la Cascada, 1937. Taliesin West, 1937. Museo Guggenheim, 1959. Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969). Nueva Galería, 1968. Edificio Seagram, 1958. Escuela de Arquitectura de Chicago, 1956


Figura 7. Le Corbusier (1887-1965). Unidad de Habitación de Marsella, 1952. Palacio de la Asamblea de Chandigar, 1965. Pabellón de Zúrich, 1967. Luis Barragán (1902-1988). Casa en Ciudad de México, 1948


Figura 8. Buckminster Fuller (1895-1983). Teoría de la efemerización aplicada en las estructuras geodésicas

Así que, además de celebrar la exposición de la obra del arquitecto Sordo Madaleno que se presenta actualmente en el Palacio de los Condes de Valparaíso en la capital del país; diré que supo atraer con gran habilidad a promotores e inversionistas, trabajando en sociedad con otros talentos de su talla, como Augusto H. Álvarez, José Adolfo Wiechers o Francisco Serrano Cacho (Fig. 9). Y aunque la producción de Sordo Madaleno fue muy nutrida, voy a dejar constancia de unas cuantas de sus obras: las que considero su mejor aportación a la arquitectura nacional. Ya que entre sus edificios verticales destaca el Hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México, ubicado en la zona de Polanco junto al Bosque de Chapultepec, inaugurado al final de la década de mil novecientos setenta del siglo pasado (Fig. 10); y entre los horizontales el Centro Operativo Bancomer, terminado pocos años después a unos pasos de los Viveros de Coyoacán, no sin advertir que se trata del edificio que ocupa hoy la Secretaría de Educación del Gobierno Federal (Fig. 11).


Figura 9. Francisco Serrano Cacho (1937-). Proyectos verticales en Ciudad de México


Figura 10. Juan Sordo Madaleno (1916-1985). Hotel Presidente Intercontinental Ciudad de México, 1977


Figura 11. Juan Sordo Madaleno (1916-1985) y Augusto H. Álvarez (1914-1995). Centro Operativo Bancomer, 1976





1. Cfr. https://www.fadu.unl.edu.ar/polis/la-bauhaus-19191933-a-100-anos-del-inicio-de-la-escuela-de-diseno/

2. Cfr. https://ecolec.es/greenblog/actualidad/conoce-a-richad-buckminster-fuller/


La falta de control del desarrollo urbano del comienzo industrial

Octubre 2022

Para corregir la tendencia de expansión desordenada, el Plan Director de la Subregión Monterrey de 1967 (Exápolis 2000) había previsto una configuración policéntrica tentacular y la tipificación y serialización de los componentes urbanos1. Ya que, a pesar de los condicionantes geométricos estipulados desde la fundación de la ciudad2 (una legua cuadrada3), conservados por la rectificación reticular del trazado de Isidoro Epstein (1865)4, el desorden urbano se había iniciado a partir de la industrialización al final del siglo XIX. Aunque el gobernador Bernardo Reyes “logró liberar el régimen inmobiliario y el aparato productivo; (…) la exención de impuestos a los empresarios que invirtieran en Monterrey [y] el impulso al desarrollo del transporte -en particular del ferrocarril- [provocaron al norte de la ciudad existente] el surgimiento de grandes zonas industriales que fragmentaron la ciudad. (…) Su estructura geométrica y alineamiento se definieron por los límites entre haciendas, poblados y ejidos, así como por caminos y vías férreas trazados para comunicar a las poblaciones con los centros de trabajo”5. Así que, si la explosión demográfica y el aumento de la actividad económica consolidaron rápidamente un mercado de consumo local muy atractivo, la falta de control del desarrollo obstaculizó la extensión ordenada de la ciudad6

Entre 1900 y 1930 Monterrey duplica su población pasando de 72,000 a 148,000 habitantes, y comienza a extenderse alrededor del entramado reticular medio vacío del núcleo histórico de la ciudad, hasta alcanzar una superficie de 1,780 Ha. El impacto territorial de esa expansión queda registrado en la cartografía, que corrobora la fractura del tejido y el desorden funcional de la incipiente metrópoli (Fig. 1022-01). “Las fábricas, las viviendas de los obreros, las vías del ferrocarril primero y las carreteras se distribuyen desordenadamente por el espacio urbano (…). Los espacios habitacionales de los trabajadores [quedan] entre el ferrocarril y la fábrica”7. No obstante, la decisión de controlar el desarrollo urbano se difiere hasta la gestión del gobernador Aarón Sáenz (1927-1931)8; se publica entonces el Reglamento de la Ley de Planificación de la Ciudad de Monterrey (1927) redactado por Carlos Contreras Elizondo, urbanista mexicano graduado de Columbia University (1921); quien, además, “hizo algunos esbozos para un Plano Regulador de la ciudad9”. 

Figura 1022-01. Plano general de la Ciudad de Monterrey y sus ejidos de noviembre de 1930 de Rodolfo González V. La expansión alrededor de la retícula de 1865 había perdido homogeneidad y continuidad las primeras décadas del siglo XX


Aunque el reglamento aclara que “la planificación (…) tiene por objeto proveer al desarrollo ordenado y armonioso de la ciudad; [y establece] una Comisión de Planificación (…) que tendrá a su cargo el estudio de todos los problemas (…) y que propondrá al Gobierno del Estado y al R. Ayuntamiento (…) las medidas que deban tomarse para la realización de la planificación de la ciudad”10; el plano oficial de Obras Públicas en 1933 registra solo el avance del desorden. El tejido urbano, que llega hasta las cabeceras municipales adyacentes de San Nicolás y Guadalupe así como al cauce del Arroyo Seco cerca del Cerro de la Campana, ni era continuo ni mucho menos homogéneo. Quizá por esto, poco tiempo después el arquitecto Carlos Contreras propone la recuperación de la configuración compacta y mono céntrica de la ciudad tradicional, como veremos en el siguiente artículo (Fig. 1022-02)11.


Figura 1022-02. Plano General de la ciudad de Monterrey, levantado por la Dirección Municipal de Obras Públicas el año de 1933 y aprobado por la Comisión de Planificación en enero de 1934 (Copiado del original del Archivo del Estado por el arquitecto Héctor Domínguez).






1. El Plan Director de 1967 previó una población de 5’200,000 habitantes y una extensión de 41,728 Ha en el año 2000. EL PLAN DIRECTOR DE LA SUB REGIÓN MONTERREY. Imprenta y Editorial Plata, S. A. Monterrey, 1967. Cuadro F, pág. 33

2. Armando V. FLORES SALAZAR, La arquitectura en el Acta de Fundación de Monterrey, Ciencia UANL / año 14, número 3, julio-septiembre 2011. Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, 2011. Pág. 238, col. 2, párr 4. 40219049003.pdf

3. Una legua equivale a 4,828 metros. Así, aunque la superficie inicial del municipio era de 2,330 Ha. aproximadamente, según la última delimitación fijada por el Congreso del Estado de Nuevo León en 1998 “cuenta con una extensión de 33,899.85 Ha.”. Gabriel Eugenio TODD ALANÍS, Plan de Desarrollo Urbano del Municipio de Monterrey 2013-2025. Monterrey, 2014. Pág. 11, párr. 2. https://portal.monterrey.gob.mx/pdf/2013_2025.pdf
 
4. “Epstein genera una carta en donde por primera vez se ven dibujadas no sólo las manzanas de la ciudad de entonces, sino también los ensanches (…), que eran las zonas hacia donde la ciudad debería crecer. Se plantea un crecimiento y organización mediante una trama reticular”. Cecilia GARZA ANDONIE, La conquista de la sombra, Hilando la fragmentación urbana en Monterrey, Nuevo León, México, Tesina de Máster MBArch Urbanismo Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio ETSAB - Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, 2018. Pág. 48, párr. 1 y pág. 49, figura 11

5. Carlos Estuardo APARICIO MORENO, María Estela ORTEGA RUBÍ, Efrén SANDOVAL HERNÁNDEZ, La segregación socio-espacial en Monterrey a lo largo de su proceso de metropolización en Región y sociedad / año xxiii / no. 52. 2011. Pág. 186, párr. 2. Pág. 189, párr. 2

6. “En 1902 el Estado [de Nuevo León] contribuyó con 13.5 por ciento del valor de la producción industrial, por encima del aporte del Distrito Federal y el Estado de México”. Camilo CONTRERAS DELGADO, Geografía de Nuevo León, Fondo Editorial de Nuevo León, Monterrey, 2007. Pág.151, párr. 2 y 4

7. Gustavo Herón PEREZ DANIEL, La ciudad de Monterrey y los discursos locales de modernización. Reconstruyendo la esfera pública en 1933. Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, n. 42, julio-diciembre 2011. Pág. 83, párr. 2

8. “El Estado es el que ordena los problemas urbanos, trata y gestiona los asuntos urbanos, tanto en lo político como en lo económico y lo técnico”. Ibídem. Pág. 84, párr. 1

9. INSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIALES DE MONTERREY, A. C.- Anteproyecto de Zonificación y Densidad de Población en Apuntes para del Plano Regulador de Monterrey, Impresora del Norte, Monterrey, 1945-1950. Pág. 3, col. 1, párr. 2

10. Carlos CONTRERAS, Reglamentación de la Ley de Planificación de la Ciudad de Monterrey, Planificación, Revista Mensual, Tomo 1, Número 7, Imprenta Mundial, México, 1928. Capítulo 1, artículo 1; y capítulo 2, artículo 3. Pág. 23.
https://fa.unam.mx/editorial/wordpress/wp-content/Files/raices/RD07/revistas/PLANIFICACION_07.pdf

11. “Contreras desarrolló varios proyectos: la Planificación Nacional para la República Mexicana (1925), el Plano Regulador de Monterrey y la Ley de Planificación (1927)”. Alejandrina ESCUDERO, Carlos Contreras: la ciudad deseada, Revistas UNAM, México. Pág. 18, col.1, párr. 2 file:///C:/Users/Dell/Downloads/mariacanal,+4_CarlosContreras.pdf

Configuración geométrica tentacular del Plan Director 1967

Septiembre 2022

La excesiva extensión y fractura que provocaron pérdida de calidad de vida y competitividad de la conurbación regiomontana hoy confirma la urgencia de regeneración de la región metropolitana; como se recomienda en algunos artículos recientes de metropolisregia.com, y corrobora el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C.1 (Fig. 0922-01). Premura que las autoridades del Estado de Nuevo León asumieron antes publicando el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana de Monterrey en 2018 (MONTERREY METROPOLITANO 2040). En el cual se documenta una metrópoli que tenía 2’500,000 habitantes y superficie de 36,000 Ha de nueve municipios contiguos de la capital del estado en 1986; pero en 2015 había aumentado a 4’600,000 habitantes y 161,000 Ha de diez y ocho municipios, de las que 11,500 Ha eran baldíos (7.14%)2. Consolidación de desorden urbano que se agrava desde hace más de treinta años con el aumento de 184% de población, de 447% de superficie, y la disminución de 41% de la densidad de 70 a 29 hab/Ha; así como por un proceso de expansión fortuito y una configuración geométrica dispersa de la ciudad (Fig. 0922-02).​

Figura 0922-01. La Diapositiva 23 de la Presentación ICU 2021 informa que en el grupo de competitividad urbana de las ciudades de más de un millón de habitantes del país, Guadalajara y Querétaro ascendieron cuatro y dos lugares respectivamente, mientras que Monterrey descendió dos, del segundo al cuarto lugar



Figura 0922-02. La Zona Metropolitana de Monterrey incluye hoy diez y ocho municipios: Apodaca, García, General Escobedo, Guadalupe, Juárez, Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García y Santa Catarina estaban desde antes de 1986. Abasolo, Cadereyta Jiménez, Ciénega de Floreas, El Carmen, General Zuazua, Hidalgo, Pesquería, Salinas Victoria y Santiago se incorporaron recientemente. Sobre el color gris de la zona urbanizada destacan los baldíos en color anaranjado. MONTERREY METROPOLITANO 2040. Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana de Monterrey. Secretaría de Desarrollo Sustentable Nuevo León Gobierno del Estado | CAPROVI, Octubre, 2018. Diapositiva 5

 
Ahora bien, corregir el desarreglo antecedente, prevenir nuevas fracturas y evitar mayor desorden, demanda de la metrópoli no solo identificar e implementar soluciones en las áreas de mejora que señala la Presentación IMCO 2021: Derecho, Medio Ambiente, Sociedad, Sistema político, Gobierno, Relaciones internacionales e Innovación3 (Fig. 0922-03); sino disponer de instrumentos de planeamiento urbano complementarios actualizados: uno de ordenación de la escala local y otro de la regional. El primero consistiría en una colección de documentos para remediar el desorden de cada municipio de la zona metropolitana, el otro para restablecer la cohesión del conjunto. Sin embargo, no parece conveniente abordar el contenido de ninguno sin haber comentado antes algunos condicionantes de ordenación urbana y regional: por una parte los relacionados con las áreas de mejora de competitividad urbana que se acaba de mencionar, y por otra los que las autoridades denominan Ordenamiento Territorial4.

Figura 0922-03. La Diapositiva 27 de la Presentación ICU 2021 identifica las áreas de mejora de competitividad de Monterrey que están relacionadas con aspectos sociales por una parte: derecho, sociedad, sistema político, gobierno, relaciones internacionales e innovación; pero, sobre todo, con el medio ambiente natural y artificial que interesan más al desarrollo urbano y regional


Por tanto, comenzamos por analizar brevemente la propuesta de ordenación urbana y regional de Monterrey más interesante del siglo XX: el Plan Director de la Subregión Monterrey; que fue redactado por Guillermo Cortés Melo y Helios Albalate Olaria en 1967 (Exápolis 2000)5; y, por tanto, antecedente del Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León Visión año 2030 de Gabriel Todd y Rubén Pesci, publicado en 20116 y aparentemente vigente; cuya vinculación con las áreas de oportunidad de la competitividad urbana nos interesa comentar. Porque observando la sugestiva configuración tentacular del Plan Director de 1967, destaca sobre todo el objetivo morfológico del proyecto durante el proceso de expansión y la conformación de la metrópoli regiomontana. Porque más que la recuperación de la geometría radio-concéntrica -que se habría logrado corrigiendo el desorden de la ciudad existente, el de los núcleos municipales adyacentes y su entorno natural-; la geometría tentacular de Cortés Melo y Albalate Olaria pretendía evitar el “orden gigantesco y estratificado” que reprobaba Lynch y comentamos el mes pasado7. De ahí que la ordenación de Exápolis 2000 asociaba los proyectos de cinco ciudades nuevas al sistema radial de comunicaciones de la periferia de Monterrey; pero articulando el conjunto no solo con los accidentes irreductibles de la orografía propia, sino sobre todo mediante algunas reservas de suelo agrícola localizadas estratégicamente8 (Fig. 0922-04).

La morfología tentacular conseguía no solo la delimitación de las seis ciudades, sino la conformación completa cada una con los componentes urbanos de producción, vivienda y equipamiento social; pero, además, una estructura funcional y formal muy adecuada para la naciente metrópoli del sector terciario, que también favorecía la competitividad urbana y regional. Lo veremos más detenidamente en el siguiente artículo.

Figura 0922-04. El Plan Director de la Subregión Monterrey de 1967 (Exápolis 2000) de Guillermo Cortes Melo y Helios Albalate Olaria había previsto una metrópolis de seis ciudades y alrededor de dos millones de habitantes. Del núcleo existente (Ciudad Central) se desarrollaría cinco ciudades completas (Ciudades Federación) aprovechando el sistema de comunicaciones radial. El conjunto quedaría interconectado por un anillo periférico. La configuración radio concéntrica incompleta (tentacular) respondía a la orografía propia, complementada con reservas de suelo agrícola y parques. Figura de la portada. Imprenta y Editorial Plata, S. A. Monterrey, 1967





1. Diapositiva 23 de ICU 2021 Presentación https://api.imco.org.mx/

2. MONTERREY METROPOLITANO 2040. Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana de Monterrey. Secretaría de Desarrollo Sustentable Nuevo León Gobierno del Estado | CAPROVI, Octubre, 2018. Diapositiva 8 y 10

3. Diapositiva 27 de ICU 2021 Presentación https://api.imco.org.mx/

4. La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) citando la legislación federal (LGAHOTDU, 2016) denomina “Ordenamiento Territorial” a la “política pública que tiene como objeto la ocupación y utilización racional del territorio como base espacial de las estrategias de desarrollo socioeconómico y la preservación ambiental”. Pág. 335, col. 1, párr. 4 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/632547/ENOT._versio_n_extensa._26.2.21-Abr-.pdf

5. El Plan Director de la Subregión Monterrey Exápolis 2000. Imprenta y Editorial Plata, S. A. Monterrey, 1967
  
6. Es importante aclarar que la propuesta de Todd y Pesci fue aprobada y registrada en 2014 por el Programa Estatal de Desarrollo Urbano Región Nuevo León 2030 PRODU-NL 2030 de Fernando Gutiérrez Moreno y Roberto García Ortega

7. Cfr. Kevin LINCH, La imagen de la ciudad. Editorial Gustavo Gili, SA, Barcelona, 1984. Pág. 146, párr. 2 y 3

8. Es interesante el concepto de ciudad de Gastón BARDET que propone el Plan Director de la Subregión Monterrey, con el de partes completas de ciudad que explica Aldo ROSSI en La arquitectura de la ciudad. Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2015. Versión castellana: Josep María Ferrer-Ferrer y Salvador Tarragó Cid

La regeneración de la zona metropolitana de Monterrey

Agosto 2022

La regeneración de la estructura urbana de Monterrey no podría ser el resultado de un proceso fortuito, semejante a la expansión que produjo el desorden actual -su extensión desmesurada, discontinua y uniforme- bajo la influencia de factores adversos y contrapuestos de mercado que ignoraron los condicionantes de desarrollo urbano y regional1. Por el contrario, para revertirlo sería necesario remediar la dispersión la zona metropolitana, aplicando un plan de desarrollo urbano que corrija la indeterminación funcional y formal, y la falta de articulación del conjunto. Que al configurar partes completas y más compactas de ciudad resuelva las inconsistencias de los componentes de vivienda, producción y equipamiento social; y, que al compensar su desconexión consiga la complementariedad del conjunto2. Un proyecto de redistribución de población y edificación en el espacio aun vacío de la conurbación, a pesar de la dificultad de diseñar simultáneamente la escala local y regional de una superficie que hoy excede 160,000 Ha. 

Observando el crecimiento de las ciudades europeas y americanas, Gastón Bardet y Kevin Lynch habían sugerido algo semejante al término de II Guerra Mundial3. El primero cuando decía que, “agregando ceros a la derecha de la cifra que dimensiona un elemento, no se obtiene este mismo elemento agrandado sino un elemento de otra naturaleza, de otra estructura, regido por otras leyes. (…) Lo que es totalmente lógico. (…) Si se amplía concéntricamente la masa, se deben ampliar también concéntricamente los nodos o centros secundarios”4. Mientras que, por su parte Kevin Lynch, destacando que “resultan raros lo medios imaginables de gran escala. Pero la organización espacial de la vida contemporánea, la rapidez del movimiento y la velocidad y la escala de la nueva construcción, (…) hace posible y necesario elaborar estos medios ambientes mediante un diseño consciente. [Por tanto] es evidente que la forma de una ciudad o de una metrópoli no debe exhibir un orden gigantesco y estratificado. [Y, aunque] pocas veces se intenta (…) diseñar una forma de esta naturaleza; el problema de su totalidad es descuidado o queda relegado a la aplicación ocasional de principios arquitectónicos o de planeamiento del terreno”5.

De lo anterior, se podría deducir la disparidad de opinión de los autores citados, pero sobre todo la diferencia que hay entre una ciudad de gran tamaño y una conurbación. Así que, por lo que toca a la disciplina del Urbanismo, si ciudad y metrópoli son distintas, también deben serlo contenido y objetivos del planeamiento de las escalas urbana y regional. Por tanto, ya en el caso de la Zona Metropolitana Monterrey, convendría enfatizar no solo la diferencia de escala de los planes de desarrollo urbano de las partes y el conjunto de la zona metropolitana; sino, además la vinculación de las propuestas de desarrollo urbano y regional, revisando la complementariedad de las herramientas de planeamiento de la metrópoli y cada una de sus partes. Y, como consecuencia, no solo evitar la expansión radioconcéntrica aleatoria del centro histórico de la ciudad; sino aplicar un plan de desarrollo de la zona metropolitana que consolide partes de ciudad completas a partir de los núcleos de las cabeceras municipales adyacentes6.

Por eso, después de haber observado la dispersión del trazado rectangular de Monterrey inducida por el crecimiento industrial y manufacturero la primera mitad del siglo XX7 (Fig. 0822-01), asumiendo lo que decía Lynch aunque quizá todavía más las teorías de topografía social y escalonamiento de los sistemas de Gastón Bardet; Guillermo Cortes Melo y Helios Albalate Olaria habían planeado la expansión de la ciudad con el Plan Director de la Subregión Monterrey de 1967 (Exápolis 2000). Se trataba de una zona metropolitana conformada por seis ciudades con todos sus componentes -vivienda y actividades productivas, centros urbanos con equipamientos e infraestructuras- apoyada en el sistema de comunicaciones radial, pero articulada por la orografía propia y algunas reservas de suelo para uso agrícola y áreas verdes. La singular configuración geométrica tentacular habría resultado de la expansión radio concéntrica, así como de la incorporación de los elementos de la geografía regional8 (Fig. 0822-02).

Figura 0822-01. Plano de la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, México de 1965. Si bien, el trazado reticular del núcleo histórico era todavía reconocible, la discontinuidad y fragmentación caracterizaban ya el desarrollo urbano de la ciudad

Figura 0822-02. El Plan Director de la Subregión Monterrey de Guillermo Cortes Melo y Helios Albalate Olaria, había previsto la conformación de una metrópolis de seis ciudades y aproximadamente dos millones de habitantes para el año 2000 (Exápolis 2000). De la configuración dispersa de la ciudad existente (Ciudad Central) se desarrollaría cinco ciudades completas (Ciudades Federación) aprovechando la estructura radial. El conjunto estaría limitado e interconectado con un anillo periférico. La morfología tentacular –una configuración radio concéntrica incompleta- quedaba determinada por la orografía propia. Los elementos naturales de articulación -la Sierra Madre, el Cerro de las Mitras, el Cerro del Topo y el Cerro de la Silla- se complementarían con otros artificiales -reservas de suelo agrícola y parques- al Noreste y el Este. Plan Director de la Subregión Monterrey. Figura de Portada. Imprenta y Editorial Plata, S. A. Monterrey, 1967





1. El proceso de conurbación de la región, de integración urbana de la capital del Estado de Nuevo León y los municipios contiguos, tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo XX

2. Cfr. MONTERREY METROPOLITANO 2040. Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana de Monterrey. Secretaría de Desarrollo Sustentable Nuevo León Gobierno del Estado | CAPROVI, Octubre, 2018

3. En realidad la opinión de Bardet sigue a la de Poëte: “Debemos señalar también que entre una ciudad grande y una pequeña no existe tanto una diferencia de grado como una diferencia de tipo”. Cfr. Marcel POËTE, Introducción al urbanismo. La evolución de las ciudades: la lección de la Antigüedad. Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2011. Pág. 32, párr. 2
  
4. Gastón BARDET, El Nuevo Urbanismo. Traducción Helios ALBALATE OLARIA, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, 2010. Pág. 241, párr. 5 y pág. 242, párr. 1
 
5. Kevin LINCH, La imagen de la ciudad. Editorial Gustavo Gili, SA, Barcelona, 1984. Pág. 146, párr. 2 y 3
  
6. El primer trimestre de 2020, Monterrey era el principal mercado inmobiliario industrial de México con más de 10 millones de m2; si bien con el menor desempeño de la historia. Con 168,000 2 de espacios comercializados y 462,000 2 de construcción. https://inmobiliare.com/monterrey-la-capital-industrial-de-mexico/
 
7. El trazado reticular del Centro Histórico de Monterrey fue proyectado por Isidoro Epstein en 1865. “El plano topográfico de formato cuadrado lo imprimió la Compañía Mayer de Nueva York, la escala gráfica fue en metros, presenta la traza urbana existente con nombres en calles y plazas y diferencia por color a la trama planificada para el futuro crecimiento, ésta, carente de datos”. Armando FLORES SALAZAR, La modernidad en dos planos de Monterrey, CIENCIA UANL / AÑO 18, No. 75, SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2015.  https://cienciauanl.uanl.mx/?p=4811

8. El Plan Director de la Subregión Monterrey. Imprenta y Editorial Plata, S. A. Monterrey, 1967