El cambio de paradigma del planemiento metropolitano de Monterrey IV

DICIEMBRE 2017


En el artículo anterior se decía que los recursos humanos y económicos que se polarizaron en la periferia del Área Metropolitana de Monterrey (AMM) durante las últimas dos décadas, en vez de consolidar el tejido urbano conforme al Plan Metropolitano 2000-2021, habían aumentado la dispersión. La disgregación de los asentamientos de la Zona Conurbana (ZC) alcanza ya la escala del territorio, llega hasta los municipios de la Región Periférica (RP), involucrando una superficie aproximada de 100,000 Ha y una densidad entre 12 y 15 viv/Ha (Fig. 1217-1).

Por eso, las autoridades han reconocido recientemente que para una población de 4.5 millones de habitantes, el modelo de crecimiento extensivo del AMM ha rebasado el límite funcional; para recuperarlo, según determina la nueva Ley de Desarrollo Urbano, el modelo debe ajustarse a la “lógica de proximidad” de las ciudades más compactas1. Pero la dificultad para llevarlo a cabo apenas empieza a ser ponderada. Aunque la responsabilidad compete directamente a los municipios de la conurbación, la escala y complejidad del fenómeno requiere la participación y coordinación de autoridades de otros niveles de gobierno, tanto como la de profesionales de las diferentes disciplinas del Urbanismo.

Pero hay otros documentos que se analizan METROPOLISREGIA | DICIEMBRE 2017; unos evalúan el planeamiento del AMM, otros hacen propuestas concretas. Entre ellos, están el Plan Estatal de Desarrollo Nuevo León 2016-2021, y una presentación de diapositivas de Roberto Russildi Montellano y José Luis Ortiz Durán, Visión del Desarrollo Urbano, del Gobierno del Estado de Nuevo León 2015-20212. También está el proyecto para consulta pública de abril de 2012 del Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030; cuya redacción definitiva, aprobada en octubre de 2012, tiene de registro en 20143. También estos documentos pueden ayudar a reflexionar en el desorden actual, y a repensar el futuro del planeamiento de la conurbación regiomontana; temas que serán abordados en ésta y las siguientes publicaciones del próximo año 2018.

Figura 1217-1. Diapositiva 19. Evolución de la conurbación regiomontana. Visión del Desarrollo Urbano. Gobierno del Estado de Nuevo León. 2015-2021 (Roberto Russildi Montellano y José Luis Ortiz Durán). Sin llegar a la población esperada, la superficie edificada casi llega a 100,000 Ha sin respetar las condiciones medioambientales del Plan Metropolitano 2000-2021

EL RESULTADO DEL PLAN METROPOLITANO DE MONTERREY 2000-2021

El diseño urbano del Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021, redactado por los arquitectos Bulnes y Albalate, representaba gráficamente algunas de las acciones fundamentales del planeamiento tendentes a corregir la dispersión del AMM. Las más importantes eran: la consolidación de los espacios baldíos al interior del Anillo Metropolitano, que adicionalmente especificaba una graduación decreciente en la densidad del tejido residencial (alta, media y baja); la configuración del entramado vial principal cubriendo la totalidad de la superficie conurbada, con la previsión de algunos equipamientos importantes; y la localización de las grandes zonas destinadas a la producción junto al Anillo Metropolitano, evitando así la interferencia con las áreas residenciales y estableciendo el límite físico del modelo.

Aunque con estas previsiones, aparte de mejorar la densidad, se introducía alguna variedad en la monotonía del tejido unifamiliar; tanto en el Plan Estatal 2016-2021 como en las diapositivas de Visión del Desarrollo Urbano, se destaca que ocurrió todo lo contrario. En efecto, la población de Monterrey había seguido creciendo, pero con una mala distribución; en lugar de concentrarse en los baldíos del tejido urbano, se había asentado en mayor proporción en la RP, y disminuido considerablemente en el resto de las Regiones del Estado (Fig. 1217-2). Otro gráfico describe la variación porcentual (Fig. 1217-3); con relación a 1980, la población del AMM había aumentado 200%, mientras que la superficie más de 500%, y la densidad disminuido 50%.

Figura 1217-2. Diapositiva 18. Distribución de la población de Nuevo León en 2015. Visión del Desarrollo Urbano. Gobierno del Estado de Nuevo León 2015-2021 (Roberto Russildi Montellano y José Luis Ortiz Durán). La gráfica destaca el estancamiento en número y proporción de la población en el AMM; mientras que aumenta en la RP y disminuye en el Resto de la Regiones del Estado


Figura 1217-3. Diapositiva 21. Comparación del crecimiento de la población y la superficie edificada del AMM 1980-2010. Visión del Desarrollo Urbano. Gobierno del Estado de Nuevo León. 2015-2021 (Roberto Russildi Montellano y José Luis Ortiz Durán). Las divergencias del modelo, que parecían todavía controlables en el año 2000, hoy se han acentuado; además de repensar el modelo es necesario reparar el desorden

No obstante, quizá la mayor y más arraigada carencia urbana del Monterrey posindustrial queda patente en la tabla de Áreas verdes por municipio del AMM (Fig. 1217-4). A pesar de la enorme riqueza natural que se ensambla con la superficie edificada, el área verde urbana está muy por debajo de la recomendación mínima de la ONU (9.2 m2/hab). Con la población actual, la metrópoli debería disponer de 4,600 Ha de parques y jardines, el triple de lo existente por lo menos.

El Plan Estatal 2016-2021 reacciona ante esto, y planea “la vinculación de los parques existentes y los propuestos en los planes de desarrollo urbano municipales y estatales, además de buscar el aprovechamiento de cuencas, ríos, camellones, reservas naturales y otras áreas para este fin. Con ello, se pretende disminuir el déficit actual de espacios verdes, (…), así como el manejo de los escurrimientos pluviales y la captura de agua, y generar espacios accesibles y asequibles para toda la población”4. Ya se ha tenido la oportunidad de conocer la propuesta de Valentín Martínez Cuellar (Cfr. METROPOLISREGIA | ENERO 2017), que concreta algunas de estas ideas del Plan 2016-2021; queda por verificar, si con ello se cubre las necesidades actuales y se prevé las subsecuentes.

Figura 1217-4. Diapositiva 26. Áreas Verdes por municipio del AMM. Visión del Desarrollo Urbano. Gobierno del Estado de Nuevo León. 2015-2021 (Roberto Russildi Montellano y José Luis Ortiz Durán). Si la población actual es casi 5 millones de habitantes, la superficie de área verde debería ser por lo menos 4,600 Ha, apenas el 1.4% de la superficie total de los municipios del AMM

En síntesis, se puede afirmar, que las dificultades que enfrenta hoy el planeamiento del AMM son todavía más graves que las del escenario tendencial que imaginaba el arquitecto Albalate cuando redactó del Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021 (Cfr. METROPOLISREGIA | NOVIEMBRE 2017). Son consecuencia del modelo de crecimiento disperso del AMM, la falta de articulación de la superficie edificada, la interconexión vial inconclusa y el déficit crónico de parques y equipamientos; que demuestran que ha sido insuficiente el esfuerzo público y privado de mejora de los servicios públicos y la calidad de vida urbana de los ciudadanos. Aun así, el Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030 (Fernando Gutiérrez Moreno y Rubén Pesci) tiene una propuesta que conviene analizar.

EL MODELO DEL PROGRAMA ESTATAL DE DESARROLLO URBANO NUEVO LEÓN 2030

El fracaso reiterado de ordenación del planeamiento metropolitano de Monterrey, que dura ya cincuenta años, no ha detenido el empeño de las autoridades de controlar el crecimiento desbordado de la conurbación. Por eso, el Gobierno del Estado publicó en 2012 el Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030, que además de la propuesta para desarrollo del territorio del Estado, incluye un modelo urbano para la región del AMM (complemento del Plan Metropolitano 2000-2021). Ha sido posible revisar tanto el proyecto para la consulta pública como el documento final, que tiene vigencia legal. Sin embargo, en la versión digital del proyecto para la consulta pública el modelo urbano está más completo, y hemos optado por utilizarla para este análisis.

El documento al que nos referimos es bastante denso y extenso; pero es posible adelantar, que el Plan Metropolitano 2000-2021 abandonaba el modelo de Exápolis 2000 de 1967 para sujetar la dispersión urbana, marcando la estructura vial y productiva del Anillo Metropolitano como límite de la expansión del AMM; mientras el Programa Estatal 2030 desdobla el acotamiento previsto en la RP. Planea la consolidación del territorio añadido con grandes polígonos; delimitando la superficie de actuación entre lo que denomina Corredor 2030, que se superpone al Anillo Metropolitano, y un nuevo arco vial conectando las cabeceras municipales de la RP (Fig. 1217-5). 

El diagnóstico parte de señalar, que el desarrollo urbano del AMM seguirá conectado directamente con el fenómeno económico de la globalización; el cuál, por no ser sostenible desde una perspectiva social, “provocará una altísima especialización e innovación en el Área Metropolitana de Monterrey y su entorno inmediato. Evidenciará a una ciudad de Monterrey conflictiva, con tendencia al gigantismo y escindida de una plataforma territorial y ambiental”; que, en cuanto al territorio, “implica una tendencia creciente al abandono de roles y funciones del área rural y debilidad en las estructuras interjurisdiccionales con alta dependencia”6.

Por ello, si se busca reconducir el modelo por la vía de la sostenibilidad, “resulta determinante el hallazgo de los detonadores socioeconómicos que permitan a las ciudades simplemente agrupadas por su proximidad física, el desarrollo de los flujos y la colaboración necesaria para la formalización de redes de ciudades que establezcan una región económica concreta. De esta manera, podría marcarse la pauta para un desarrollo urbano sustentable, en un territorio con oportunidades para su población”7.

El objetivo del Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030 queda fijado, por tanto, en la gestión conjunta del desarrollo socioeconómico y urbano del territorio, y del AMM y la RP como una sola entidad.

Por lo que toca a la gestión de la gran escala, “la imagen modelo territorial a lograr, será la matriz de negociación para la importante tarea de concertación intersectorial e interjurisdiccional a ejercitar. En ella radica el importante desafío que implica asumir la oportunidad para concebir y ejercer una política alternativa de desarrollo del Estado, que permitirá la definición de roles y funciones complementarias y no competitivas internamente, que permitan una proyección del territorio del Estado en su conjunto; a través, fundamentalmente, de la capacidad de localización de esos atractores especiales apropiados, capaces de movilizar inversiones público-privadas sinérgicas, simultáneamente activadoras del territorio y de los aparatos burocráticos y restrictivos”8.

En cuanto a la gestión de la entidad que agrupa el AMM con la RP, las características del modelo deberían modificar la “situación actual de impacto negativo sobre los servicios ambientales de la naturaleza (…), por una innovadora visión de la ciudad; es decir, la sociedad organizada en ciudades, sea el mejor promotor de servicios ambientales naturales, allí mismo donde vive la gente; y de servicios ambientales culturales que, como la educación, la salud y la cultura, son dimensiones que la historia humana ha desarrollado para beneficio de una mejor sociedad”9.

Más concretamente, el Programa “promueve la descentralización del AMM como modelo de actuación para integrar la Región Metropolitana de Nuevo León (RMNL), y para ello, la primera iniciativa es integrar la zona conurbada de Monterrey con la Región Periférica (RP) en un sistema multipolar, donde el área central de Monterrey sigue cumpliendo una función primordial y forma parte de las ciudades globales; las ciudades de la actual zona conurbana crecen, para ser verdaderas polaridades con vida propia; las ciudades de la Región Periférica (RP), logran su verdadera fuerza gravitatoria local; finalmente, el nuevo Corredor 2030 procura una gran interfase (superficie de separación entre dos fases) de centralidad a escala de toda la metrópolis”10 (Fig. 1217-5).

Figura 1217-5. Imagen del sistema multipolar de la metrópolis (Fernando Gutiérrez Moreno y Rubén Pesci). Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030. Monterrey, 2012. Pág. 100. El modelo asume la disgregación existente, pero establece un nuevo modelo geométrico en la escala del territorio. El Anillo Metropolitano refuerza su condición de límite del AMM. El arco vial del Corredor 2030 se desdobla interconectando las cabeceras municipales de la RP. El Centro Histórico se renueva y extiende hacia el Sur. Las cabeceras municipales del AMM recuperan su polaridad y las de la RP la consolidan

La descripción conceptual del modelo de Gutiérrez Moreno y Pesci, que se ha transcrito literalmente con solo las acotaciones indispensables, está acompañada con otros datos e imágenes que merece la pena estudiar detenidamente en el siguiente artículo. No obstante, para concluir éste basta especificar, por una parte, que las expectativas de crecimiento de vivienda social implícitas en el modelo de Pesci eran 480,000 unidades, lo que supondría una población aproximada del AMM de 7 millones de habitantes en 2030; y, por otra, que la mayor parte de la edificación nueva se realizaría consolidando el tejido residencial existente; lo cual mantendría la superficie de la conurbación en alrededor de 100,000 Ha, entre 18 y 20 viv/Ha. De ser así, se trataría todavía de un modelo urbano de tipo extensivo; que requeriría de un diseño urbano mucho más preciso para materializar la deseada “lógica de proximidad” de las ciudades compactas de la nueva legislación.





1. El fenómeno de dispersión urbana ha seguido al de migración, y producido muchos de los asentamientos irregulares que rodean las ciudades mexicanas grandes del siglo XX. Coneval documenta que en las zonas urbanas “viven 36.9 millones de personas en pobreza, el 69 por ciento de todas las personas en estas condiciones que hay en México”. Cfr. Diana BAPTISTA.
Aglutinan a pobres 15 zonas urbanas, El Norte, Domingo 7 / Enero / 2018. Nacional. Pág. 2
2. La presentación fue el 20 de Febrero de 2016 en la Sesión de la Sociedad de Urbanismo Región Monterrey A. C. (SURMAC)
3. Aunque como Secretario de Desarrollo Sustentable del Estado, la responsabilidad oficial del Programa 2030 corresponde al ingeniero Fernando Gutiérrez Moreno, la responsabilidad técnica la llevó el arquitecto urbanista Rubén Pesci
4. Gobierno del Estado de Nuevo León. Plan Estatal de desarrollo 2016-2021. Monterrey, 2016. Pág. 239, párr. 2
5. Fernando GUTIÉRREZ MORENO y Rubén PESCI, Programa Estatal de Desarrollo Urbano Nuevo León 2030. Monterrey, 2012. Pág. 79, pár. 2 y 3
6. Ibídem. Pág. 81, párr. 5
7. Ibídem. Pág. 81, párr. 8
8. Ibídem. Pág. 79, párr. 9 a pág. 80, párr. 1
9. Ibídem. Pág. 80, párr.4
10. Ibídem. Pág. 91, párr. 1


El cambio de paradigma del planeamiento metropolitano de Monterrey III

NOVIEMBRE 2017


En los artículos anteriores de METROPOLISREGIA se ha venido comentando la nueva Ley Federal de Desarrollo Urbano, que en la Exposición de Motivos determina la sustitución del modelo de crecimiento principalmente extensivo y poco regulado de las grandes ciudades mexicanas como Monterrey; con otro, que sea compatible con la “lógica de proximidad”, que atribuye a las ciudades más compactas. Aunque la sustitución parece impostergable, en el caso de la conurbación regiomontana el proceso no será fácil; no solo por la gran extensión de la superficie de actuación involucrada, sino por la inercia de los factores que influyen en el planeamiento metropolitano.

De cualquier forma, para aproximarnos al proceso de sustitución del modelo, parecía conveniente revisar en primer lugar los resultados que ha obtenido el planeamiento urbano en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM), comparando los modelos proyectados de la ciudad ideal con la ciudad realmente construida. Posteriormente se podrá determinar las condiciones para la adecuación del modelo propuesto por la nueva ley urbana. Dado que en octubre se revisó el período de conformación de la metrópoli regiomontana (1970-2000), corresponde a esta actualización de noviembre de METROPOLISREGIA estudiar la fase de su consolidación durante el período de vigencia del Plan Metropolitano actual (2000-2021).

LA CONSOLIDACIÓN DEL ÁREA METROPOLITANA DE MONTERREY 2000-2021

Se analizó ya la expansión de Monterrey entre la publicación del Plan Director de 1967 (Cortés Melo, Albalate y Leal) y la del Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021 (Bulnes Y Albalate), en la que se conformó el AMM; pero, vale la pena repetir que de haberse ajustado a lo previsto, se hubiera materializado la configuración tentacular (respetuosa de la geografía propia y geométricamente jerarquizada) de Exápolis 2000; que podía alojar cinco millones de habitantes en un total de 40,000 Ha de superficie, con una densidad de 125 hab/Ha (25-30 viv/Ha), algo mayor que la del Monterrey de 19601

No obstante que en 1988 se publicó el primer Plan Metropolitano del AMM, las actuaciones urbanas tampoco se ajustaron a las determinaciones de ese modelo2, sino que siguieron el crecimiento disperso que documenta el Plano 34 del Plan Metropolitano 2000-20213  (Fig. 1117-1). Pero, además, aunque en el año 2000 la población del AMM solo alcanzaba 3 millones 236 mil habitantes, la superficie del área conurbada había rebasado 50,000 Ha; lo que suponía una drástica caída de la densidad a 65 hab/Ha (16 viv/Ha), la mitad del objetivo señalado por el Plan de 1967. El consumo irracional de suelo –alrededor de 25,000 Ha- era más del doble del debido con el aumento de población registrado, lo que había acercado la ciudad al trazado del Anillo Metropolitano. 

Figura 1117-1. Plano 34. Estructura Urbana Actual. Plan Metropolitano 2000-2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey. En el dibujo se destacan sobre el fondo gris del tejido residencial, la industria en color violeta y los baldíos interiores en color anaranjado. Es notable la ausencia de áreas verdes, de una estructura transversal de circulaciones, así como de cierta homogeneidad equipamental

En el Plano 34 se observa que los componentes residencial, equipamental y productivo del tejido urbano en el año 2000, en lugar de articularse conforme a la propuesta geométrica del planeamiento oficial (Fig. 1017-2), gestionados a conveniencia de la propiedad (del mercado) habían reforzado la estructura radial metropolitana, olvidando la conexión transversal. Así, las nuevas zonas industriales se alinearon en dirección del Aeropuerto Internacional y ocuparon las zonas inmediatas del Anillo Metropolitano; mientras que, los tejidos residenciales urbanizaron indistintamente en el AMM, aunque con infraestructura y equipamiento deficientes4. Por eso, los redactores del Plan Metropolitano 2000-2021 destacan “las causas de la problemática vial, entre ellas las vías en mal estado causado por falta de solución al drenaje pluvial, por Municipio; y las que tienen falta de continuidad, de Municipio a Municipio. Destaca que la estructura vial actual del Área Metropolitana cuenta con 525 Km, de los cuales Monterrey cuenta con el 37%, y todos los demás Municipios con menos del 10% cada uno” 5

Como resulta lógico, la ausencia de un proyecto urbano estructurante y de un programa de actuación común con herramientas de control eficaces, dejaron en el año 2000 una superficie conurbada excesiva, mal conectada y sin servicios, con un perímetro muy irregular con grandes baldíos interiores. Sin embargo, a nuestro juicio, el más grave de los problemas que había generado la falta de control, era la indeterminación morfológica de la conurbación. Se puede afirmar, que tanto el centro histórico de la capital como las cabeceras municipales incorporadas en el AMM habían perdido identidad y relevancia en el conjunto. 

En esta circunstancia, el arquitecto Helios Albalate Olaría, que había colaborado directamente con el arquitecto Cortés Melo en la preparación del Plan Director de 1967, redacta el Plan Metropolitano 2000-2021, replanteando el proceso de conformación de la conurbación6. La Imagen Objetivo del Plan Metropolitano 2000-2021 queda plasmada en el Plano 43 (Fig. 1117-2), que detalla el proyecto urbano al interior del Anillo Metropolitano. Por una parte, propone la regeneración del Centro Histórico de Monterrey (Renacentro); y por la otra, la consolidación de los espacios vacíos con los tejidos residenciales metropolitanos existentes, graduando las densidades de vivienda (alta, media y baja) a partir de los baldíos interiores. El diseño enfatiza correctamente la estructura urbana, complementando la malla de circulaciones y los equipamientos fundamentales de la metrópoli7. Ésta llegaría a tener “una población entre 4.5 y 5.2 millones de habitantes”8, estimando además, “que la mancha urbana actual (…) se incrementará en 15 mil Ha más al año 2021”9.  Se supone, por tanto, una superficie edificada total de alrededor de 70,000 Ha, con una densidad entre 65 y 70 hab/Ha (15-20 viv/Ha); que, conservadoramente, apuesta por evitar una mayor dispersión urbana, y por rescatar la cohesión del centro metropolitano. 


Figura 1117-2. Plano 43. Imagen Objetivo 2021. Plan Metropolitano 2000-2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey. En la imagen objetivo de la conurbación regiomontana destaca la consolidación del suelo disponible al interior del Anillo Metropolitano. En ella desaparece la idea de la ciudad completa, la morfología tentacular jerarquizada de Exápolis 2000; que se sustituye por el ordenamiento de la expansión “de facto” y por el reagrupamiento funcional; que busca completar la malla de la estructura de principal de circulaciones, y complementar la dotación equipamental de la metrópoli

Cabe destacar, que el arquitecto Albalate ya no proyecta un modelo ideal para el AMM, sino que describe diversas condiciones por las que podría pasar el planeamiento durante la vigencia del Plan, y dibuja la que considera la más adecuada de todas. “Subsisten los objetivos de mejorar la calidad de vida de la población y crecer con orden. [Así que], en cuanto a suelo urbano y vivienda, avanza en el pronóstico a la formulación de varios escenarios posibles al año 2021; el primero, es tendencial, considera que no se podrán establecer políticas de orden y control urbano, por lo que el crecimiento se daría en forma dispersa sobre cualquier parte del territorio; el segundo escenario considera la aplicación de un conjunto de estrategias para organizar y fomentar el crecimiento urbano de los baldíos inmediatos a la metrópoli, definiendo además otras áreas estratégicas para el desarrollo agropecuario, rural, de áreas verdes, de vivienda campestre y otros; un tercer escenario considera, además de las hipótesis del punto anterior, otras que impulsen fuertemente a otras localidades importantes del Estado (…), así como otras estrategias que tiendan a fomentar la densificación del primer cuadro del Área Metropolitana”10.

Ahora bien, considerando que el AMM tiene hoy poco más de 4’300,000 habitantes11, parece probable que su población coincida con lo indicado en el Plan. Por el contrario, en cuanto a la superficie edificada, sabemos que las previsiones han fallado otra vez; como queda documentado en la imagen de Google Earth de 2016 (Fig. 1117-3). En ella se comprueba que el escenario tendencial de crecimiento disperso, desordenado y sin control, ha superado el pronóstico del arquitecto Albalate; que el vector de disgregación del área conurbada es mucho mayor, que afecta ya los municipios inmediatos de la Región Periférica del AMM. 

Por su parte, el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021 lo confirma, subrayando “que el crecimiento del AMM en los últimos 40 años ha tenido una tendencia hacia la dispersión, lo cual ha reducido la densidad de vivienda de 90 a 16 viviendas por hectárea (…); sin contar con una estructura urbana bien definida, y en algunos casos, sin la administración urbana municipal adecuada”12. Añade que la superficie del área conurbada habrá consumido más de 90,000 Ha en 202013. Pero, este documento llega a un diagnóstico más completo de la complejidad del planeamiento metropolitano; que, por una parte, concentra la mayor parte del crecimiento de población del estado; mientras que, por la otra, impulsa la segregación de los nuevos asentamientos en la Región Periférica.

Figura 1117-3. Plano 34. Extensión de la Zona Conurbada de Monterrey (Google Earth, 2016). Las zonas en color más claro corresponden a las áreas urbanas existentes. Como se puede observar, la mayor parte de la superficie de baldíos que aparece en la Figura 1117-1 se ha edificado. Pero, además que la mancha urbana casi ha colmatado la superficie interior al Anillo Metropolitano, el tejido fracturado de la conurbación alcanza algunos de los municipios inmediatos al AMM.

Nuevo León, sigue argumentando el documento, debería ofrecer “un entorno urbano-regional habitable, incluyente, funcional, equilibrado y sustentable, que propicie el desarrollo integral y el bienestar de sus habitantes. [En cambio], las zonas urbanas concentran la mayor parte de la población y de las actividades económicas que son clave para el desarrollo social; asimismo, representan el motor del crecimiento económico y de la innovación (…). En la última década, nuestro estado ha sufrido una urbanización acelerada concentrada principalmente en la región periférica y, en menor proporción, en el área metropolitana de Monterrey (AMM). Esto ha ocasionado una serie de problemas asociados a una deficiente distribución territorial, tales como el abandono y deterioro del centro del AMM, el hipercrecimiento en la periferia –que no cuenta con los servicios urbanos ni el equipamiento básico-, desigualdades en el acceso a oportunidades entre quienes habitan en el AMM con respecto a al resto de los municipios, pérdida de horas-persona y altos costos por largos traslados que no pueden ser atendidos por el transporte público, así como una segmentación social y pérdida de sentido de ciudad, entre otros aspectos”14.

Los datos que proporciona el documento desglosan porcentualmente el aumento de la población de Nuevo León entre 2000 y 2015. Si el AMM creció 34% y la región periférica acumuló 233%, en el resto del estado disminuyó 12%15. Por otra parte, también “evidencia un crecimiento de inmuebles adquiridos por particulares que están en abandono16. [Pero, además], otros factores adicionales que distorsionan la distribución de vivienda son las condiciones de inseguridad, insuficiencia de empleos cercanos, altos costos de transporte y falta de equipamiento, por estar concentrados en ciertas zonas urbanas. Adicionalmente, los esquemas financieros no contemplan la planeación local del desarrollo urbano territorial17.

En síntesis, casi al final del período de vigencia del Plan Metropolitano 2000-2021 no se ha logrado la consolidación del tejido urbano del AMM. Por el contrario, los resultados obtenidos han sido contradictorios. Por una parte, se ha registrado una concentración excesiva cerca de la capital del estado, acumulando la mayor parte del capital humano y de las inversiones físicas; aunque, paradójicamente, por la otra, se ha desaprovechado las ventajas de las centralidades urbanas existentes y sus infraestructuras y equipamientos; los nuevos asentamientos se han dispersado en los municipios de la Región Periférica del AMM.

La polarización de los recursos en la gran escala territorial junto con el dispendio de suelo en la escala regional y urbana, constituyen una fórmula de desarrollo urbano ineficiente, que aparentemente está llegando al límite funcional; pero que, de cualquier forma, debe ajustarse con la “lógica de proximidad” que determina la nueva Ley de Desarrollo Urbano. La publicación de METROPOLISREGIA que cierra 2017 profundizará en estos aspectos del planeamiento.




1. Cfr. Evolución Socio económica del Área Metropolitana de Monterrey. Gaceta Mexicana de Administración Pública Estatal y Municipal Pág. 43, Cuadro 3. http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/gac/cont/36/pr/pr6.pdf
2. “La desvinculación del PDDUAMM (Plan Director de Desarrollo Urbano del Área Metropolitana de Monterrey)  de la gestión y de la acción pública urbana, tanto del gobierno estatal como de los gobiernos municipales del AMM, ha ido en aumento hasta casi ser ignorado actualmente por parte de las diversas autoridades metropolitanas, no obstante su vigencia jurídica”. Roberto GARCÍA ORTEGA, Asentamientos irregulares en Monterrey en Frontera Norte volumen 13, número especial 2, 2001. Pág. 121, párr. 4  
3. Cfr. 200.23.43.29/pdf/Plan_Metropolitano_2021.pdf  
4. La zona conurbada tenía“ los usos de suelo siguientes: habitacional 34,500 hectáreas, 69.2% que incluye lotes con y sin viviendas en fraccionamientos urbanizados, vialidad, equipamientos urbanos y servicios básicos; industria 5,900 hectáreas, 11.7% que incluye industrias grandes y medianas; equipamiento 2,700 hectáreas, 5.4% que incluye equipamientos urbanos mayores incluyendo parques; vialidad 1,700 hectáreas, 3.4% que incluye solo la vialidad principal y 5,100 hectáreas de baldíos mayores de 1 hectárea, 10.3%”. Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey. Oscar Bulnes Valero y Helios Albalate Olaría, Monterrey, 2003. Pág. 3, párr. 3
5. Ibídem. Pág. 3, párr. 6
6. Por otra parte, no parece circunstancial la coincidencia de las propuestas ordenadoras del crecimiento metropolitano de 1967 y 2000, con los nuevos aires democráticos que se respiraban en el entorno político local de esas dos fechas.
7. En la estructura vial cabe destacar el reforzamiento transversal del sistema, que incluye los túneles en el Cerro del Topo, el Cerro de las Mitras y los dos de la Loma Larga, prolongando Venustiano Carranza y el par vial Pino Suárez-Cuauhtémoc
8. Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey. Oscar Bulnes Valero y Helios Albalate Olaría, Monterrey, 2003. Pág. 5, párr. 5
9. Ibídem. Pág.  154, párr. 2 
10. Plan Metropolitano de Monterrey 2000-2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey. Oscar Bulnes Valero y Helios Albalate Olaría, Monterrey, 2003. Pág. 5, párr. 5 y 6
11. En 2015, Nuevo León tenía 5’´119,504 habitantes; de los que 4’313,603 (84.23%) se concentraban en los nueve municipios del AMM, mientras que 459,220 (8.97%) en la región periférica. Cfr. Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021. Pág. 178, párr. 2
12. Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021. Pág. 178, párr. 4 y 5
13. Cfr. Evolución Socio económica del Área Metropolitana de Monterrey. Gaceta Mexicana de Administración Pública Estatal y Municipal Pág. 43, Cuadro 3. http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/gac/cont/36/pr/pr6.pdf y Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021. Pág. 179, Gráfica 6.2
14. Ibídem. Pág. 177, párr. 5 a pág. 178, párr. 1
15. Ibídem. Pág. 178, gráfica 6.1
16. La disminución de la vivienda ocupada en el municipio de Monterrey entre 2010 y 2015 aumentó 12.3%, de 346,207 viviendas disminuyó a 303,546 
17. Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021.Pág. 179, párr. 2 y 4