Morfología en proceso de deformación

El trazo original de Monterrey es una retícula aproximadamente regular, similar a muchas de las fundaciones de las ciudades de la Nueva España, se alojaba principalmente entre la hondonada de Santa Lucía y el río Santa Catarina. Ensanchó intermitentemente su perímetro construido, sin apenas modificar en su trama las formas de propiedad y uso del suelo. La expansión interna se presentó sin mayores cuestionamientos paradigmáticos; sin recurrir a densidades de otros modelos. Estos, incluso se percibían como inferiores para el tipo de vida urbana deseable para el regiomontano1.

Láminas 19 a 24. Zona periférica al noroeste del centro de Málaga, en España, que desarrolló algunos planes parciales utilizando la configuración tradicional. Los edificios junto a las calles que rodean la manzana, dejando un patio al centro (19). Utilizan algunas de sus diferentes variantes: manzanas abiertas o cerradas, con segregación funcional o consiguiendo dar vida urbana a los lugares permitiendo la mezcla funcional adecuada al sitio (21-24). Se trata de los planes parciales de ‘El Cónsul’ (21 y 24) y de ‘El Romeral’ (23), se extienden hacia el poniente del asentamiento tradicional remodelado de la Colonia Santa Inés (20).

En esos momentos, la ciudad tampoco estaba preparada socioculturalmente para recurrir a ellos. Y al presente es todavía necesario extender y consolidar el terreno ganado en cuanto al respeto y valoración del medio ambiente, pero sobretodo en los aspectos sociales de la responsabilidad personal y el respeto a los derechos de los demás.

Láminas 25 a 32. La ciudad de Málaga, localizada hacia el centro de la Costa del Sol, ha sido importante centro de comercio agrícola del Mediterráneo desde hace treinta siglos. Perdió la carrera, durante la segunda mitad del siglo XIX, por convertirse en centro industrial y acerero de España. Pero después de la disminución de la producción agrícola se transforma en el centro administrativo y urbano de la franja turística del sur de la península ibérica. La influencia del urbanismo norteamericano ha sido notable. En la zona urbana al norte del centro de la ciudad presenta una mezcla de densidades y soluciones funcionales urbanas. Al fondo de la vista aérea (27) se encuentra el embalse ‘El Limonero’ que también controla las avenidas al cauce seco del río Guadalmedina, provocadas por precipitaciones excesivas durante las estaciones lluviosas. Se aprecian diversos desarrollos de planes parciales, desde Ciudad Jardín (30), de baja densidad que tiene vivienda aislada en terrenos muy pequeños, fue planeado antes de 1950, hasta el de Virreinas (26) con mayor densidad e incluye usos comerciales en plantas bajas y previsiones para infraestructura educativa y complementaria; se encuentra aún en proceso de desarrollo. Otros planes parciales han sido desarrollados durante la segunda mitad del siglo pasado, como ‘La Alegría de la Huerta’ (30), ‘Hacienda Montes’ (31) y ‘Huerta Nueva’ (32) con mezcla de densidades y tipologías de edificación, pero separación de funciones. Otros como ‘Pedrizas’ (28) con soluciones más compactas y que incluyen usos comerciales. Es notable el orden de los diseños de los planes parciales vecinos a río Guadalmendina, contrastado con la disposición aleatoria de los de la zona a la derecha (26). En buena medida éstos se construyeron durante el período sin regulación urbana.

Pensar de otra forma, habría implicado establecer a contracorriente un marco legal adecuado y otros esquemas de inversión; regionales, colaborativos, transparentes, etc., como los usados por otros países. Habría forzado la incorporación de esos ajustes a las condiciones locales, porque las directrices de política económica, de cualquiera de los tres niveles de gobierno, no la tenían prevista. Ninguna opción se proponía que no fuera dejar al mercado y a la inversión privada el proceso de desarrollo y crecimiento urbano.

Recientemente las circunstancias han cambiado; Monterrey y otras zonas del país han establecido, primero el relajamiento de la restricción exagerada, para luego permitir y proponer la densificación.

Lámina 33 a 36. La ciudad de Pamplona, capital del antiguo reino de Navarra, al norte de España vecino con Francia es una de las zonas más desarrolladas del país. Su ingreso per capita se acerca a la media de la Comunidad Europea. La industria automotriz tiene preeminencia en la ciudad, pero su actividad económica se desarrolla en servicios educativos, de salud e investigación. Las imágenes muestran la zona de Barañain, suburbio vecino a zonas industriales, educativas y de salud. El planeamiento es muy desarrollado, incluso tipológicamente. Aunque en algunos planes parciales se han omitido la mezcla de funciones, la mayor parte tienen sus plantas bajas con funciones comerciales, turísticas y de oficinas. Algunos de ellos incluyen incluso algunas variantes de vivienda adosada aislada (35) y grandes espacios abiertos con jardines que permiten la convivencia social. Los estacionamientos se encuentran solucionados bajo el nivel de terreno. También es notable el respeto al sistema fluvial y la solución de forma cerrada del conjunto que permite controlar su crecimiento con mayor facilidad. La solución permite que los predios colindantes conserven su utilización tradicional agrícola.

Pero a la prosperidad y expansión interna de Monterrey se incorporaron pronto las de los municipios vecinos; la sumatoria resultante de extensión, vino a potenciar la expansión de la mancha urbana de forma imparable. La carencia regulatoria adecuada para la limitación del proceso de crecimiento, privativamente periférico, ha impactado negativamente; porque se presenta desarticulado de las condiciones naturales y sociales regionales, imponiendo sus patrones de modo irrestricto. Detenerlo y revertirlo se antoja imposible, y los obstáculos formidables, porque implican no solamente transformaciones regulatorias y factibilidades de inversión, sino de la modificación de la arraigada percepción social que ha sido comentada.

Láminas 37 a 43. El distrito de Almere en Amsterdam, Holanda. La solución urbana es ordenada y respetuosa del medio ambiente. Incorpora gran cantidad de áreas verdes, usos y densidades mezclados, sin dejar de mostrar un ambiente urbano con escala humana. La estrategia de mezcla de funciones y densificación de la vivienda, tal vez responde también a la estructura social y cultural nórdica, porque las actividades secundarias y terciarias conservan vecindad (37 y 40), pero respetando las destinadas para las vivienda. La vivienda se densifica verticalmente pero sin eliminar los espacios abiertos, el asoleamiento, indispensable para su clima, y en muchos casos las zonas de estacionamiento privado se hacen a descubierto (41) pero en áreas comunes y con barreras e integración vegetal (38 y 41), incluso segregándolas de las peatonales.
Pero podría intentarse cuestionando de los paradigmas del urbanismo americano y anglosajón, cuyas soluciones, por contraste a lo que parece, permanecen distantes del cuidado verdaderamente sostenible del medio ambiente, porque incluyen culturalmente el dispendio de energía. Esta carencia cultural es también desgraciadamente compartida por nuestra ciudad; y a pesar que la disparidad entre los niveles económicos de nuestras economías presenta brechas insalvables, la publicidad consigue desaparecerlas. Así, las adaptaciones que se han intentado, las más de las veces resultan inoperantes, infrahumanas en algunos casos.
El ajuste de las propuestas en el campo de la dotación de vivienda, tendría además que corregir los errores modélicos implícitos de los ideales urbanísticos del Movimiento Moderno, particularmente en términos de separación funcional y densidad de construcción2.

Láminas 44 a 49. Phoenix, Arizona. Ejemplos del tejido urbano del centro de la ciudad y de uno de sus suburbios. Las imágenes de detalle de algunas de las soluciones de desarrollos, aunque se aprecian ordenadas y armoniosas, no expresan la ausencia planeamiento para la ciudad. Carecen de la dimensión humana al someterse al análisis de la escala urbana.
Hoy, que se ha emprendido la reparación y reconstrucción de lo arruinado por el huracán, resulta más palpable que la acumulación de las anteriores deficiencias y carencias, con la abultada estadística resultante de los daños, demandará además de las sumas presupuestales cuantiosas, inagotables recursos de tenacidad y magnanimidad a la población. Las cifras preliminares que se han difundido en los medios de comunicación, seguramente pronostican un pesado lastre, si no un obstáculo insalvable para la situación de las finanzas estatales y locales; a la vez, permitirán mostrar la generosidad, talento y capacidad de esfuerzo organizado que tienen los neoloneses.

Láminas 50 a 52. San Antonio Texas. Foto aérea de la mancha urbana. Suburbio y ejemplo de vivienda típica del suburbio.


[1] ‘7.- A) En el caso de viviendas departamentales deberá existir una relación suelo-vivienda a razón de 100 m2 de suelo por unidad de vivienda y resolver los espacios para estacionamiento de vehículos dentro del predio, de acuerdo con las normas que para estacionamiento se señalen en el punto número VII’. Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas. Dirección de Urbanismo y Planificación. Usos de Suelo Aprobados, San Pedro, Garza García, Nuevo León. R. Ayuntamiento 1989-1991, 10/42.
[2] ‘La modernización tenía un programa racional: compartir las bendiciones de la ciencia, para todo… Aunque cada una de sus partes es fruto de brillantes inventos –lúcidamente planeados por la inteligencia y potenciados por el cómputo infinito-, su suma augura el final de la Ilustración…; hemos construido más que todas las generaciones anteriores juntas, pero en cierto modo no se nos recordará a esa misma escala. Nosotros no dejamos pirámides…’ Koolhaas, Rem, Junkspace, en October, 100 (Obsolescence. A special issue) junio de 2002, págs. 175-190. Colección GG mínima. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2007. Traducción de Jorge Sainz, en Walker, Enrique (ed.), Lo ordinario, Compendios de Arquitectura Contemporánea. Editorial Gustavo Gili, SL Barcelona, 2010. Pág. 119, párr. 2.

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