Evaluar pero no olvidar

Los daños causados directamente en la infraestructura pública y también privada, alojada en el cauce son grandes, pero son mucho más cuantiosos los ocasionados en otras partes de la ciudad y su área extendida, aproximadamente 800 km2., aunque sean posiblemente menos notorios. La evaluación completa está todavía en proceso.

Conviene que el recuento sea presupuestado con precisión y analizado hasta dar con las causas que los originaron. Se anticipa ya, que incluirá millones de metros cúbicos en rellenos y desazolves1 y de metros cuadrados de pavimentos; kilómetros de líneas de agua, drenaje y energía, muchos por reparar, otros por demoler y reponer. La cuenta suma ya miles de millones de pesos que habrán de destinarse a construcciones arruinadas; después de la inundaciones muchas viviendas con todo y sus menajes también quedaron arruinadas. No será facil medir las horas-hombre adicionales para traslados, ni el incremento en los costos de la movilidad interna, porque ha sido indispensable la implementación de una logística de tránsito especial durante el proceso de reparaciones.

Rescate de damnificados
Asentamientos irregulares junto al Río Santa Catarina

Pero lo más valioso es el tiempo que se descontará a la convivencia familiar y al descanso personal de los aproximadamente cuatro millones de habitantes de la zona metropolitana. Tampoco se puede omitir la intranquilidad y desesperación de aquellos casos, que desafortunadamente no son pocos, en los que las inundaciones han representado la pérdida irreparable del patrimonio familiar. El análisis de fondo, debiera ser aquel que permita juzgar si las decisiones que llevaron a la realización de las obras urbanas y arquitectónicas destruidas o dañadas, consideraron suficientemente todos los factores necesarios, como las eventualidades climáticas catastróficas2, o si se diseñaron asumiendo riesgos más o menos imponderables, para que las reposiciones y nuevas inversiones incorporen ahora los criterios que en el futuro los eviten3.
Vivienda destruida por inundaciones
Puente peatonal que resistió la crecida del Río Santa Catarina


[1]‘La Comisión Nacional del Agua invertirá 500 millones de pesos en este año y mil 500 millones más en el 2011, para realizar trabajos de desazolve en diferentes cauces de Nuevo León, incluyendo el Río Santa Catarina, informó ayer Pedro Garza Treviño… ‘’para desazolvar y proteger algunas poblaciones, como Pesquería…, estamos poniendo especial atención en (los municipios de) Los Aldamas, en Cadereyta, en Los Herreras, en Guadalupe, a la altura de algunos puentes ahí en (el Río) La Silla, en Monterrey, y sobre todo el 100 por ciento de (el Arroyo) el Obispo’’ García, José. Costará desazolve de cauces en NL $2 mil millones. El Norte. Local. Jueves 30 de Septiembre del 2010. Pág. 3.


[2]‘…’’Ante el embate de las lluvias es necesario que Nuevo León cuente con un plan hidráulico contra inundaciones que lleve a prevenir daños materiales y humanos’’, expresó el legislador Martín López, quien presentó el punto de acuerdo. Indicó que como parte del plan hidráulico deberán incluirse nuevos criterios de desarrollo urbano que impidan construcciones en las montañas y se evite construir en cañadas y lechos de ríos’. Charles, Ángel. Exigen a Estado realizar plan hidráulico. El Norte. Local. Jueves 30 de Septiembre del 2010. Pág. 3.


[3]‘Necesitamos volver a conceptualizar las infraestructuras artificiales globales con esquemas más integrales y coherentes. Por ejemplo, a pesar de que actualmente se utilizan los modelos más adelantados y sofisticados de estadística financiera en las economías nacionales y regionales, éstos se preocupan en gran medida de los inputs y outputs del sistema industrial casi exclusivamente desde el punto de vista de su operatividad económica en términos de sus balances materiales o fiscales. Sin embargo, no hay mucha conciencia de las complejas relaciones ecológicas que se obtienen al considerar aisladamente el sistema económico industrial… Está claro que muchos de los desperdicios, pérdidas y colapsos ocurren no por falta de tal conocimiento operativo, sino por la ausencia de una conceptualización adecuada de la operatividad del sistema en su conjunto… Es necesario volver a analizar nuestros sistemas industriales como modelos que no están basados en nociones simplistas de producción y de consumo.’ MacHale, John, Ecological redesign, capítulo séptimo del libro The ecological context, George Braziller, Nueva York, 1970, págs. 166-174. Traducción Alex Giménez Imirizaldu. En García-Germán, Javier (ed.), De lo mecánico a lo termodinámico. Compendios de Arquitectura Contemporánea. Editorial Gustavo Gili, SL Barcelona, 2010. Pág. 64, párr. 2 y 3.

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